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Antonio Touriño

El mirador de Lobeira

Antonio Touriño

El 1º de Mayo sin música

El día de la clase obrera es precisamente el de la desunión sindical. Una paradoja que da alas a los poderes fácticos conscientes de que esa división es símbolo de flaqueza y que por tanto deja resquicios para que la empresa pueda usar su ley de la palanca.

El 1º de Mayo es día de fiesta pero también de reivindicación de la clase obrera, el día en que los trabajadores deben mostrar solidez en su estrategia de mejorar las condiciones laborales pero sobre todo para ayudar a poner freno al problema social más grave, a saber, el desempleo. Poco se va a conseguir si el punto de partida es de carácter exclusivamente ideológico y son incapaces siquiera de convocar una manifestación conjunta en cualquier parte de Galicia.

Presentar diferencias de este tipo solo es razonable si el momento es dulce y la economía va viento en popa y a toda vela. Pero no es ese el caso.

Las condiciones laborales han retrocedido años luz con respecto a aquellos primeros años de finales del XX y principios del XXI. El empleo está bajo mínimos históricos, los trabajadores han perdido poder adquisitivo, el horario se ha ampliado, las condiciones sociales se reducen con contratos temporales o de temporada, y un triste largo etcétera más.

Eso es ante lo que se debe reivindicar en la calle con banderas tojas, negras o blanquiazules con estrella roja. Y para eso hay que juntarse en la calle para demostrar fortaleza.

Mal ejemplo se da cuando los llamados grupos de presión se aflojan ellos mismos y no son capaces de sentarse a una mesa para negociar siquiera un acuerdo de unidad el 1º de Mayo.

Y es que parece ridículo ver un grupo de trabajadores por unas calles y otro grupo por otras por el simple hecho de estar afiliados a una central o a un partido político distinto.

El ciudadano no puede entender ese distanciamiento cuando el propósito que buscan dicen que es el mismo.

Es quizás un poco tarde porque ya han trazado sus itinerarios para no encontrar el punto de inflexión pero sería bueno que analicen el ridículo que están haciendo año tras año por un quítame allá esas pajas. Luego lamentan que solo un puñado de personas se citen en la fiesta. Sin música no convencen.

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