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la mirada

Las cuentas de Vence

| BNG . Xosé Manuel Beiras, Anxo Quintana y ahora Xavier Vence. De los 5 portavoces nacionales que ha tenido el BNG en sus 35 años de historia, tres han roto el carné de militancia de la formación que han liderado. El último en irse ha sido Xavier Vence. Este catedrático de Economía Aplicada de la Universidade de Santiago envió el lunes a la dirección de la fuerza frentista una misiva explicando las razones de su marcha, pero en público ha rechazado airear las razones de su salida. Dentro de dos semanas, el BNG celebra su Asamblea, en la que Ana Pontón opta a la reelección como portavoz nacional. La filtración de su renuncia con quince días de antelación es una voladura controlada. El impacto de la ruptura de Vence con el BNG se agotará antes del cónclave, y su marcha no eclipsará la ovación a Pontón. ¿Por qué Vence corta lazos con el Bloque y lo hace precisamente en la víspera de la supuesta Asamblea para refundar el BNG? Quizás se le hacía difícil asistir a una cita en la que la formación nacionalista tomará un rumbo diferente al que predicó, y porque honestamente cree que los suyos se equivocan, y no quiere ser testigo. Quizás tampoco le apetecía ir a una asamblea, donde encontraría pocas miradas de complicidad. Quizás pasó de estar incómodo, de escuchar discursos que no quiere aplaudir, y de sentirse una isla en el océano nacionalista. Vence no ha explicado por qué rompe con la organización que lideró, pero sus declaraciones del pasado apuntan las razones. Vence defendió sin éxito "cambios profundos" en el BNG porque el modelo estaba "agotado" . Apostó por "ser realista y pragmático" para intentar ser opción mayoritaria y de gobierno y sobre todo trabajó por el reencuentro con los nacionalistas que antes que él habían abandonado el barco del BNG, abriéndole una fuga de agua, que le expulsó de las Cortes, de concellos tan importantes como Vigo, y le dejó con 6 diputados, cuando en el pasado fueron la segunda fuerza política de Galicia con el triple de escaños. También fue crítico con la UPG, el partido hegemónico del BNG y quien le buscó para tomar las riendas de la formación en uno de sus momentos más delicados, tras la marcha de Beiras y sus irmandiños. Vence, como economista que es, hizo cuentas y concluyó que la oposición, con los votos repartidos entre tres fuerzas, pierde opciones para tumbar al PP de la Xunta. Por ello, tendía puentes con Beiras y no descartaba un entendimiento incluso con Pablo Iglesias. Porque una cosa es la estrategia y otra la táctica. Sobre las últimas elecciones autonómicas, declaró en una entrevista en Galde, (revista vasca) : "Las Mareas y las fuerzas nacionalistas consiguieron imponer a Podemos una candidatura netamente gallega, bajo la fórmula de un nuevo partido gallego (instrumental), con primarias únicas. El resultado era muy mejorable pero presenta un programa en clave nacional y de izquierda". Y acto seguido lamentaba las "oportunidades" perdidas del nacionalismo, al no sumarse al proyecto: Ser "más eficaz en la derrota de un PP que en Galicia representa a toda la derecha unida y tiene un enorme poder desde siempre", "optimizar el apoyo electoral en las cuatro circunscripciones electorales y evitar que se pierdan votos en los restos", y "reconciliarse con esa base social que abandonó al BNG en los últimos años y, además, acercarse a la gente joven que desde hace tiempo no ve en el nacionalismo del BNG un referente ilusionante y sí lo ve en En Marea". Un pensamiento diametralmente opuesto al de la UPG, que también sabe que las cuentas de una izquierda tripartita no dan para regresar algún día a la Xunta, pero fía su recuperación al hundimiento de En Marea, y a que los votantes infieles regresen tras su escarceo con el nuevo partido al redil del BNG. Dos tácticas divergentes, las de Vence y la UPG. Y sólo el tiempo dirá quién tenía razón.

| En Marea . Dos meses después de celebrar primarias, En Marea aún no ha sido capaz de repartir cargos entre sus dirigentes y designar portavoz o portavoces, una clara muestra de las diferencias entre las fuerzas que protagonizan la nueva política. La celebración de la asamblea de Anova en Pontevedra este fin de semana retrasará seguramente una semana más la búsqueda del acuerdo. El nombre del portavoz orgánico de En Marea podría conocerse el mismo día que Ana Pontón en A Coruña es reelegida portavoz nacional del BNG, a finales de marzo. Habrá que seguir esperando para saber si Luís Villares se impone como líder único, o tendrá un contrapeso.

| PPdeG . Beatriz Mato se perfila como candidata a la alcaldía de A Coruña en las elecciones de 2019. El primer paso ha sido postularse a la presidencia del PP coruñés, un cargo desde el que la conselleira de Medio Ambiente puede pronunciarse y cuestionar la gestión municipal de Xulio Ferreiro, pero sin renunciar a la Xunta, la plataforma que le garantiza protagonismo. No es la primera vez que el PPdeG apuesta por lanzar candidatos desde la Xunta. Y no será el último. José Manuel Rey Varela, seguramente, intentará recuperar la alcaldía de Ferrol, lo que le obligará a dejar la Consellería de Política Social. En los pasados comicios locales, y con desigual fortuna, tres exconselleiros dieron el salto de San Caetano a la escena local: Elena Muñoz en Vigo, Agustín Hernández en Santiago y Jesús Vázquez en Ourense. Solo el último se hizo con la alcaldía, eso sí en minoría. La diferencia es que ahora Mato sale a escena con tiempo suficiente para perfilar su proyecto para la urbe herculina y su equipo. Sin embargo, Muñoz y Vázquez irrumpieron en la política local en enero y los comicios fueron en mayo. Hasta entonces se había especulado con sus nombres, pero su protagonismo en Vigo y Ourense era más bien discreto. Distinto es el caso de Hernández, que dejó Política Territorial para ser regidor de Santiago, tras la dimisión de Ángel Currás, pero luego no logró retener la capital gallega. Ahora Mato juega con tiempo suficiente para que su discurso cale en A Coruña, pero ¿cuál será su prioridad la Consellería de Medio Ambiente, en la que lleva poco más de un año, y donde ya sabe que tiene fecha de caducidad, o el reto de recuperar el bastión herculino para su partido y ser la primera alcaldesa de A Coruña?

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