El entronque de la autopista A9 con la ciudad provocó desde sus comienzos una desarticulación urbana, por la ruptura entre el espacio edificado y la estructura del espacio de movilidad. Esta disgregación se acrecentó con el paso del tiempo, creando los conocidos espacios sin urbanizar en todo el trazado que acompaña a la extensión que hoy se pretende recuperar de la AP-9, a través del posible gran acuerdo de la Xunta de Galicia y el Concello de Vigo.
Se abre otra puerta de acceso a la ciudad con la recuperación de este vial urbano, en la franja más estrecha de la comunicación de Vigo con su exterior. La nueva puerta urbana de Teis va a proporcionar mejores alternativas de transporte, zonas de carga y descarga, estacionamientos y favorecer positivamente la conectividad metropolitana. Va a mejorar las condiciones de infraestructura urbana para el buen funcionamiento de las actividades económicas, sociales, culturales de aquella zona tan densamente poblada. Pero sobre todo, va a permitir mejorar la movilidad de las personas y las mercancías dentro y fuera de las ciudad, dado que, además, se humanizaría el espacio permitiendo el tránsito de peatones, y con la construcción de carriles bici y vial destinado al transporte público. El acuerdo permitirá mejorar las conexiones viarias y, consecuentemente, acercar municipios vecinos.
El actual trazado perdería su estatus de vía rápida para convertirse en vía urbana, con posibles accesos laterales a los paseos peatonales. Y lo prudente, ante el riesgo de accidentes, es que tampoco sea travesía por no ser tramo interurbano. En las travesías confluyen varias posibilidades de conducción y esa mezcla genera problemas porque no son carreteras y tampoco rúas urbanas.
En el Vigo de la Antigüedad, el trazado viario fue una de las primeras tareas del Imperio romano que, durante setecientos años, nos dejó una telaraña viaria que permitió al puerto de Vigo ser un punto estratégico en la navegación atlántica. Nunca es tarde cuando se acerca el fin de los obstáculos, como éste de la recuperación de un tramo de autopista, con tardanza de 33 años para lograr su rescate. Recuerdo la primera moción presentada en un Pleno municipal, allá por los años 1984, en la que incluso le ponía nombre al nuevo trayecto urbano: "? La nueva Avenida de la Paz (antiguo tramo AP-9V, Teis-Vigo) puede ser un eje de comunicación y desarrollo, a la vez que un creativo y frondoso paseo ciudadano, un eje pensado para peatones, ciclistas, transporte público, en definitiva, pensado para las personas y de un valor ecológico innegable para la ciudad del futuro?". En fin, entre todos abriremos la nueva puerta de Vigo. Si el urbanismo actual apuesta por sacar las vías de tráfico de las tramas urbanas, el caso de Teis es, posiblemente, el de mayor urgencia de todo el país. Enhorabuena a la Xunta de Galicia y al Concello de Vigo. Éste es el camino.
*Publicista
