El 9 de febrero se celebró el primer aniversario de la Asociación de Mujeres Empresarias en el Club Financiero de Vigo. Fui invitado por Vanesa Campos y con mucho gusto asistí al evento.

Me impresionó ver a más de 200 mujeres debatiendo sobre la problemática de la empresa moderna. Me impresionó que en las ponencias se hacía un canto a la colaboración y participación carentes de reivindicación feminista. Cuando hace no muchos años era una rara avis encontrarse con una mujer empresaria llena de gozo y esperanza encontrarse con un nutrido grupo dispuestas a ejercer de empresarias.

Hay una gran diferencia entre ser emprendedor de empresas y ser gestor de las mismas. Normalmente es muy difícil ser emprendedor y, al mismo tiempo, ser buen gestor; cuando esto ocurre el éxito de la empresa está garantizado.

Las mujeres son unas magníficas gestoras porque son más realistas y entran en los pequeños detalles.

Es una gran noticia que las mujeres sean emprendedoras y gestoras de empresas, pues será una baza muy importante para resolver el gran drama del paro. Crearán nuevas empresas y con esto aminorarán el paro.

Para las mujeres significará un enorme sacrificio, pues la empresa necesita dedicación y horas y, al mismo tiempo, tienen que ser madres y pilotar la nave de su hogar. Me diréis que ahora el hombre participa en las tareas de hogar y es cierto, pero el hombre no puede hacer de madre y, sin embargo, muchas veces la mujer hace de padre y madre. Conozco muchos casos.

Cuando una mujer triunfa en el mundo profesional o en el mundo empresarial hay que pedir a Dios que el hombre no sea celoso del éxito de su mujer. Lo inteligente es que se alegre del triunfo de su mujer y colabore al máximo en la gestión de la casa.

El secreto de todo esto está en el amor. Un amor inteligente que, con la paciencia, según Santa Teresa, todo lo alcanza.

Para ser feliz el ser humano tiene que tener seguridades y cuando empezamos a ser adultos el amor humano es una de las claves de la felicidad: la entrega mutua.

La vida en pareja sin el compromiso del matrimonio ya sea civil o religioso demuestra que en la actualidad a los jóvenes les cuesta comprometerse, se habla mucho de la seguridad en el puesto de trabajo, pero es mucho más importante la seguridad en el amor.

Los que nos hemos movido en el mundo de la empresa nos alegra inmensamente la llegada de las mujeres empresarias. Será vital para el enriquecimiento y la estabilidad de nuestro país.

Ahora hace falta que los políticos tomen nota y que apoyen las iniciativas de estas mujeres empresarias y hagamos de nuestro país una tierra fértil y fecunda.

* Miembro del Club 55