Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Antonio Touriño

El mirador de Lobeira

Antonio Touriño

Un tren que no puede descarrilar

Tren es sinónimo de adelanto, de progreso, de prosperidad. Parece por tanto lógica la expectación que entre los vecinos causa ver una locomotora en pleno siglo XXI por el centro de una ciudad como Vilagarcía cuando comprueba que después de tantos años el puerto queda unido con el resto del mundo a través de un estrecho y casi invisible camino de hierro.

Y es que el proyecto fue como la obra del Escorial. Se hizo tan poco a poco que llevó una década incrustar unos dos kilómetros de vía en el asfalto, la distancia entre la estación de tren hasta el muelle de Ferrazo, aunque éste parece el sino de las obras ferroviarias y si no que le pregunten a quienes proyectaron el AVE a Galicia.

En suma, parece que el retraso se hace adrede y que lo que intentan las administraciones es crear expectación para que la gente salga a la calle a saludar las locomotoras. Una imagen tan típica de los westerns con los que muchos dormían la siesta tras las sobremesas de aquellos años del blanco y negro.

El 16-F quedará grabado en la retina de los vilagarcianos porque, por fin, el tren ha vuelto a cruzar el centro de la ciudad, a velocidad de paso de hombre -con la lengua fuera-, y con todos los controles necesarios por parte de efectivos de las policías portuaria y local, y protección civil.

Ahora queda demostrar la rentabilidad de los casi diez millones de euros que costó la obra. Y para ello es necesaria la implicación de las empresas que realmente van a necesitar los convoyes para mover la mercancía que llega a Vilagarcía por mar.

Pero tampoco sobra que esa iniciativa privada tenga al menos el respaldo moral de las instituciones. Se echó mucho de menos a la presidenta del Puerto, Sagrario Franco; y al alcalde Alberto Varela; y a los dirigentes comerciales; y a la oposición..., en las calles

El paso de la locomotora era un símbolo pero no puede quedar en solo eso ni tampoco en una simple prueba de si la vía está totalmente conectada y cumple la función para la que fue instalada. Aunque a muchos choque que un tren cruce el centro de la octava ciudad de Galicia, ahora es una realidad y hay que buscar la rentabilidad que se espera a este tipo de apuestas empresariales. Lo único importante es que la idea no descarrile.

Compartir el artículo

stats