É tradHan pasado ya unas fechas, y desde el sosiego posterior al revuelo olvidado, me gustaría reflexionar sobre la tan comentada sesión de constitución de las Cortes Españolas.

Y todo, porque empieza, al contrario de lo que muchos exclaman, a ser efectivamente una cámara de representación. Hoy vemos a profesionales contrastados, jóvenes y no tan jóvenes, con su camiseta y su jersey, vecinos y compañeros de trabajo con el pelo rasta, madres dando pecho a sus bebes en los bancos del parque y grupos o individuos que van de paseo, dejando un aroma a porro que echa para atrás. Pues esos ciudadanos ahora están representados en el Congreso, y no nos debe de alterar y mucho menos intentar decidir nosotros como tienen que ir a su trabajo. Y de educación no hablemos, pues si consideran maleducado a alguien porque va con camiseta, pues estupendo, pero maleducados con traje y corbata en el hemiciclo los hay sin duda. Y también tenemos en este país tontos de capirote, solo hay que ver las audiencias de algunos programas de tv, y por eso también deben estar en el hemiciclo, aunque este extremo ya estaba magníficamente representado, la diferencia es que ahora unos hacen gala de su tontería como acto reivindicativo, mientras que los de traje y corbata hacen gala de su tontez sin darse cuenta siquiera