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desde mi atalaya

Manuel Torres

Mareando la perdiz

Dentro de los problemas que tiene el puerto de Marín, debido al permanente acoso de todo tipo que por parte de entidades y administraciones se hacen contra él, hoy afortunadamente tenemos una muy buena noticia con el fallo del Tribunal Supremo, declarando que al no poderse discernir los rellenos legales de los ilegales, porque los autos dejan muchas dudas, acuerda anular todas las resoluciones y paralizar la sentencia de demolición.

Un gran alivio para el puerto, para Marín y para toda su comarca, porque sin seguridad no se puede desarrollar ni crecer, y para todos los marinenses porque el puerto es el motor de nuestra economía. De todos modos celebraríamos que ello pusiera fin definitivamente a este largo proceso, y cesasen, unos y otros, de "marear la perdiz", jugando con una cosa de tanta importancia como el puerto de Marín, medio de vida de cientos de familias, que nada tienen que ver con los fallos, si los hubo, de las administraciones.

Lo que no acabamos de entender es este largo recorrido de un asunto que a simple vista no debería tenerlo, pues si faltaba algún estudio, que se haga, y que se legalice la obra, tal como ocurre otras obras de la administración, y de los particulares.

Buena noticia, por tanto para el puerto de Marín, que sin comerlo ni beberlo, se ve acosado por unas causas o por otras. Evidentemente este era un problema que entorpecía el crecimiento y desarrollo, pues la inseguridad jurídica es muy perjudicial en estos casos. Bien está por tanto esta sentencia que pone fin esa inseguridad, y pone las cosas en su justo punto.

Ahora bien lo cierto es que si no es por una cosa, es por otra, el puerto de Marín, no puede, porque no le dejan, desarrollarse con tranquilidad, y debe estar siempre atento y defendiéndose de ataques externos, que lo único que pretenden es cortar el actual crecimiento, y desgraciadamente, a veces, con el concurso de la administración, que hay que decir que buena parte de culpa tiene de éste acoso continuo.

Ahora, en los últimos meses, se lee en diversos medios de comunicación, lo que parece una campaña organizada para desprestigiar a nuestro puerto, e impedir su crecimiento. Se pretende entrar en descalificaciones y menoscabar las características y medios del que dispone el puerto de Marín, claramente con la intención impedir su crecimiento, para beneficio de otros puertos, con toda la intención de defender otros intereses, que nos parecen legítimos, pero que no pueden defenderse en base a desprestigiar a otros, sino que debe hacerse destacando sus cualidades. Entendemos que no es la forma adecuada, ni elegante, ni justa de hacer la defensa de lo suyo, pues así se califican por si solos de su bajo porte y peor disposición.

El puerto de Marín está ahí por sus méritos, nada más.

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