Desde este "Mirador" lanzábamos hace quince días la alarma por la delicada situación del Ateneo Santa Cecilia que va a perder de forma inmediata el emblemático sótano donde, durante más de sesenta años, generó cultura y tradición populares siempre en el filo de la navaja de la economía pero con la ilusión de sus asociados que han sido muchos o pocos, según las épocas, pero siempre flotando en el ambiente cultural porque, a pesar de las dificultades de ciertos momentos, se mantuvo como el símbolo principal de la cultura marinense. La junta directiva que preside González Dopazo ha señalado el lunes día 20 a las ocho y media para la celebración de la asamblea que decidirá que camino tomar, pues la propiedad del local social ha dado un mes más de plazo, y mucho nos tememos que el día uno de marzo, "Santa Cecilia" se verá con los trastos en la calle si no hay otro remedio. No es fácil la solución al problema pero tampoco debe ser insalvable el momento. El Ateneo, que nació como "Asociación de Cultura y Arte Santa Cecilia", ha pasado por momentos muy difíciles; acaso sea este el peor, pero también es cierto que es una oportunidad para empezar de nuevo, con nuevas ideas e ilusiones. Claro que la actual junta directiva que sí viene realizando una muy buena labor de reactivación cultural, no podrá hacerlo sola. ¡Ahí te quiero ver, Marín!; y no te lamentes después.
