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tRIBUNA LIBRE

Gracias, Don Manuel

Los miembros de la Adoración Nocturna, masculina y femenina, y los Equipos de Nuestra Señora de la comunidad parroquial de Lalín, haciéndose eco también de otros grupos de espiritualidad de la misma y de los feligreses en general, queremos agradecer de todo corazón a D. Manuel la entrega en cuerpo y alma que realizó a nuestra parroquia durante estos 34 años que estuvo al frente de esta comunidad cristiana.

En primer lugar por todo aquello que es esencial en el ministerio sacerdotal: el anunciar la Palabra de Dios y la celebración de los sacramentos. Todo ello lo realizó D. Manuel con la máxima claridad, devoción y pulcritud. Hemos de destacar en este apartado la labor inestimable de su hermana Concha en todo lo tocante a la limpieza y ornato del templo.

Por la actividad catequética de niños, jóvenes e incluso adultos que realizó eligiendo a los mejores catequistas (dentro de lo que hay) y supervisando cada catequesis para que la doctrina cristiana fuese transmitida con la mayor pureza posible. Al mismo tiempo exigiendo el tiempo de preparación que la Iglesia manda para la celebración de cada sacramento.

D. Manuel introdujo en Lalín la Adoración Nocturna masculina y femenina, que existe en muy pocas parroquias de la diócesis, con el fin de estimular la devoción al Santísimo Sacramento y realizar una vigilia de adoración al mes durante la noche. También introdujo los llamados Equipos de Nuestra Señora (ENS), movimiento de espiritualidad conyugal que sólo existe en la parroquia de Lalín además de la capital diocesana. También la llamada Vida Ascendente, movimiento destinado a que las personas mayores puedan meditar en grupos durante la semana la Palabra de Dios que luego escucharán el domingo en la eucaristía.

Asistió asimismo a los Terciarios Franciscanos, de larga tradición en nuestra parroquia de Lalín, movimiento destinado a aquellas personas que quieren vivir en el mundo el estilo de vida del gran santo de Asís.

Por todo ello damos las más expresivas gracias a D. Manuel y le pedimos que interceda al Señor por todos nosotros para que esta comunidad parroquial de Lalín, que siempre ha dado grandes frutos de espiritualidad a la Iglesia, continúe haciéndolo en adelante, ahora presidida por su sucesor D. Marcos Torres, a quien deseamos el máximo acierto en esta tarea de tanta trascendencia para nuestras vidas. Estamos a su entera disposición con la ayuda de Dios.

No nos podemos olvidar de las Hermanas de la Fraternidad Reparadora, otra extraordinaria aportación de D. Manuel a nuestra parroquia, quienes nos han demostrado que es posible ser felices teniendo muy poco, pero dando mucho a los demás. En ellas resplandecía cada día el rostro humilde y misericordioso de Dios.

*En nombre de la Adoración Nocturna y los Equipos de Nuestra Señora de la parroquia de Lalín

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