Luché con uñas y dientes (es un decir) para que no se derribara el antiguo Palacio de Justicia (para algunos la antigua cárcel), y ahí está señoreando la rúa del Príncipe. No logré lo mismo con la antigua estación de ferrocarril, cuyas piedras están, al parecer, olvidadas y maltratadas en la estación de Redondela.

De la misma forma batallé por la puesta en valor del castillo de O Castro, sobre todo, para conseguir el derribo de un edificio pastiche construido en la década de 1950 por el Ayuntamiento, que taponaba el baluarte o punta del Diamante, y, además, había desintegrado una enorme y redondeada roca, situada en su base a modo de bulbo o espolón de la proa de un barco, que en este caso sería la propia antigua construcción defensiva.

Finalmente y afortunadamente el propio Concello lo derribó y ahora se puede admirar en lo alto la parte exterior más avanzada y más bella de la fortificación con su antigua garita. De forma altiva y apoyada sobre una masa rocosa (recortada) surge la parte del castillo más airosa y que tanto tiempo estuvo lamentablemente oculta.

En julio de 2005 terminaba la concesión del restaurante mal llamado "Castillo" por la confusión que proporcionaba a los no versados en arquitectura militar. Alarmado por la noticia en FARO DE VIGO con el titular: "El Concello impulsa un restaurante en el castillo y dedica el resto del edificio a actos", escribí y me publicaron en este periódico, con fecha de 26 de agosto de 2006 un extenso artículo titulado "En defensa del castillo del Castro", como patrimonio histórico-arquitectónico y también Bien de Interés Cultural (BIC).

A este artículo siguieron otros, así como diversas entrevistas en la prensa local y la radio, e incluso una conferencia en el Aula Magna de los Salesianos, defendiendo siempre la puesta en valor de la fortaleza; primando sobre todo el necesario derribo del restaurante pastiche construido en su momento por el Ayuntamiento a modo de pazo gallego. Posteriormente se le añadió encima una vergonzosa altura que taponaba totalmente la citada punta del Diamente, y con ello las fantásticas vistas sobre la ciudad, que pasaban a ser de propiedad privada (para los que consumían en el restaurante).

Definitivamente recurrí con mucha investigación y esfuerzo a la publicación de un libro que titulé "El origen de Vigo, el monte del Castro y su castillo" que presenté a la Deputación de Pontevedra y por el que me concedieron el "Premio a la Investigación Provincia de Pontevedra 2008". Batallé para que me lo publicaran a todo color y solo conseguí que después de tres años, en el 2011, me lo publicaran en dúo tono. El libro es de gran formato, consta de 335 páginas y cerca de 300 gráficos, siendo presentado por primera vez en el Teatro-sala de conciertos de Novacaixagalicia el 28 de abril de 2011 con un lleno total. Posteriormente fue presentado en el centro cultural de Bembrive y en el salón del hotel Coya por petición de la Deputación.

Con anterioridad y previo encargo por la Dirección Xeral del Patrimonio Cultural de la Consellería de Cultura e Deportes de la Xunta de Galicia, presenté un amplio estudio básico para establecer un Plan Director del castillo de Ntra. Sra. del Castro de Vigo (como así se llamaba en un principio), con fecha de noviembre de 2009. Que yo sepa, esta D.G.P.C. de la Xunta de Galicia solo encargó este trabajo para el castillo del Castro del siglo XVII, y para el castillo de San Felipe de Ferrol del siglo XVIII, por considerarlos los más importantes de la comunidad gallega.

En la memoria se han seguido las Normas para rellenar el modelo base de datos de un "sistema" de fortificación y/o logísticas del patrimonio militar histórico (CIEFORM), y por el Centro Internacional de Estudios de Fortificación y Apoyo Logístico (CIEFAL) de ICOMOS - España.

Así mismo la oficina TOPAG gerenciada por el perito agrónomo Eduardo Moreiras realizó un plano detallado del Castillo y alrededores (hasta el vial de circunvalación, Avenida de Rosalía Castro), además de un levantamiento de alzados de las murallas pétreas. A esto acompañó una relación de todas las especies vegetales tanto ornamentales como forestales y con ello, conocer aquellas que deben ser respetadas y las que carecen de importancia.

Con todo esto quiero decir que, el Concello de Vigo o cualquier persona interesada o firma, puede consultar todo lo relativo al castillo de O Castro y entorno en la Dirección Xeral del Patrimonio Cultural de la Xunta.

Quiero señalar las dos grandes alegrías que me proporcionaron dos noticias: la primera, cuando el Concello decidió el derribo del restaurante pastiche, y la segunda, de hace unos días con la publicación en la página 2 del 24 de enero de FARO DE VIGO con el título: "El Concello relanza la rehabilitación de la muralla de O Castro que elimina edificios anexos sin valor, con la pretensión de arrancar el trabajo a lo largo de 2017".

Se dice en el artículo de A. Méndez que "uno de los puntos fuertes del proyecto es la demolición de elementos que no tienen nada que ver con el carácter militar"? Esto no es cierto del todo, porque no se incluye el falso matacán pseudo medieval que soporta el escudo de Vigo en la primitiva entrada, del que no se dice nada (aunque hay que reconocer que es bonito). No formó nunca parte de la auténtica fortificación. Es un añadido posiblemente del año 1964, cuando el Ayuntamiento se hizo cargo del castillo, además derribando la capilla de Ntra. Sra. del Castro, construida tras el derribo del castillo del Penso, hacia el siglo XV. ¿Y por qué no se derriba también la horrenda edificación o parte de ella que está abandonada y prácticamente adosada a la muralla del segundo recinto y que tanto afea la entrada principal? Si, la que está al lado de los cañones rusos.

Por otro lado, me alegro de que no se intente derribar el viejo polvorín como se pretendía con anterioridad. Con lo que se intenta hacer, como primer paso, pero no el último, me parece extraordinario para ir así recuperando el patrimonio histórico-arquitectónico vigués antiguo, al que el Concello muestra un especial interés digno de nuestra querida ciudad olívica.

Espero que el siguiente paso o ya, se restaure la parte de muralla destruida para el acceso al antiguo restaurante y que se puede apreciar su forma en fotografías antiguas e "in situ", tanto la del lado oeste como la del lado este.

Y para terminar quiero hacer constar que, como profesional de la arquitectura y especialista en la arquitectura militar antigua, estoy totalmente jubilado, lo que no me impide dar consejos o defender el patrimonio arquitectónico vigués como siempre lo he pretendido hacer.

*Arquitecto y miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses