"Diez meses de dolor y rabia... pero también de amistad y amor"

Dos llamadas de teléfono han marcado estos casi 10 meses: la primera la mañana del 12 de marzo del año pasado y la segunda al amanecer de Año Nuevo, hace unos días.Nunca sabes cuanto puede cambiar tu vida una simple llamada de teléfono.10 meses de incertidumbres, de dolor, de rabia, de decisiones... pero también de enseñanza, de compañía, de amistad y de amor.10 meses que nos han enseñado lo fuertes que somos aún sin saberlo y que no estamos solos, que nos han enseñado a reconocer en cada mueca, gesto o movimiento, un mensaje.Gracias al personal sanitario de la UCI y del Servicio de Neurocirugía (2F) del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo por sus cuidados y también al personal sanitario del Centro de Daño Cerebral Nuestra Señora de la Merced de Poio, por sus atenciones y cuidados y por dejarnos convertir la habitación de Diego en algo parecido a un hogar.Gracias a las familias de enfermos en la misma situación que se han acercado y unido a nosotros para enseñarnos como luchar y para darnos su apoyo y amor.Gracias a la enfermera, de profesión y de corazón, que estuvo día y noche enseñándonos y a eses amigos que cada jueves y cada viernes le acompañaban...Gracias a todos aquellos que habéis pasado en estos dos días de tanatorio y que habéis abarrotado la Iglesia de Chandebrito; gracias a todos aquellos que en estos 10 meses nos habéis acompañado, de presencia y de corazón, en la cercanía y en la lejanía: "agradece que alguien te dediqué su tiempo, te está dando algo que no puede recuperar".Gracias a todos los ciclistas del Club Val Miñor por haber estado ahí, pero sobre todo por haberle proporcionado a Diego tantos momentos de felicidad.Gracias al Coro Gli Appassionati y a Nuria, su directora y amiga, por acompañar la vuelta a casa de Diego. Gracias por las decenas de ramos que inundaban el pasillo del tanatorio y rodeaban el ataúd de Diego; gracias por los miles de besos y abrazos.Como alguien que lo ama mucho dice, Diego era un espíritu libre, cuyo idioma era la paz....Finalmente, Diego ha vuelto a casa.Muchísimas gracias por todo, la familia de Diego Freiría.