Hablando con un insigne vasco pata negra, él ironiza sobre el reciente amor de muchos españoles hacia Urkullu, pero la verdad es que el talento político de este hombre se hace querer. Después de haber dicho que la independencia no es posible en un mundo cada vez más interdependiente, lo cual es una verdad de Perogrullo ignorada todos los días por el independentismo, propone ahora una federación europea de naciones sin Estado. Más allá de cuál sea el propósito del invento, lo más importante es la idea de que para una nación también puede haber vida sin Estado, y que ninguna debería entonar el "vivo sin vivir en mí" de Santa Teresa por no tenerlo. Encima Urkullu plantea como objetivo otro modelo de UE, algo que debería ser obvio para un nacionalista teniendo en cuenta que es la UE la que manda en casi todo. Temo que sea demasiada dosis de sentido común para el nacionalista medio.
