En navidades solemos recordar con nostalgia a nuestros seres queridos, por eso para casi todos los mayores estas fechas son mitad alegría y mitad dolor por los que no están. En mi memoria y sentir se agolpan un sinfín de sentimientos producidos por los intensos momentos con los que uno ha compartido metas, ilusiones y también realidades. Una de las personas que más ha influido en mi formación y directamente culpable de querer y trabajar para recuperar nuestra riqueza termal ha sido el Dr. Míguez.
Luis Rodríquez Míguez llegó a Ourense en 1970, procedente de Santiago, para hacerse cargo de la Jefatura Provincial de Sanidad. Desde ése momento su preocupación por mejorar el nivel de vida del ser humano a través del termalismo fue una constante y todo un maratón para conseguir mentalizar a todos los ciudadanos del valor del termalismo y de la riqueza y explotación de nuestras recursos termales. Sólo los más sabios le dieron la razón, y aún hoy navega todo en la balsa de las promesas. Estamos en momentos en los que la inmediatez y el enriquecimiento express lo domina todo y cuando nos damos cuenta de que hemos dejado en segundo plano, cuando no olvidado, nuestra verdadera riqueza y queremos poner remedio ya es tarde. Sin embargo el Dr. Míguez en su incansable labor informativa, casi mediática, logro inocular el tesoro que constituye la medicina minero-medicinal, la balneoterapia, es decir nuestra riqueza termal. Son incontables el número de condecoraciones y distinciones que le impusieron a uno de los grandes valores de la hidrología médica a nivel mundial que mediante multitud de congresos conferencias y clases magistrales impartió con generosidad y vehemencia hacia la recuperación de nuestro pasado termal y en la creencia en un futuro enriquecedor de un país.
Hidrología Médica
En 1851, es decir hace 165 años, José Pérez de la Flor, catedrático en medicina y cirugía, regente y profesor de la Facultad de Medicina de Madrid, junto con Manuel González de Jonte, profesor de Medicina y cirugía, licenciado en Ciencias Naturales y regente en Botánica, sacan a la luz el famoso Novissimo Manual de Hidrología Médica Española, dedicado al Excmo Sr. Pedro José Pidal, marqués de Pidal y caballero gran cruz de la real y distinguida orden española de Carlos III, entre mil condecoraciones más. Éste manual nos describe con bastante precisión todos los manantiales existentes en la geografía española a mediados del S XIX, lo que hace suponer que ya existían siglos antes. Sobre O Carballiño relatan: "Carballino. Lugar en la prov. De Orense, distante de la capital 4 leguas, y 1 ½ de Partovia: sit. en un declive, con hermosas vistas, donde la combaten todos los vientos, y goza de un clima saludable. Existe en dicho pueblo un manantial de aguas sulfurosas, las cuales manan de dos hermosos caños y son recibidas en un pilón que desagua en el río inmediato. P. f. Esta agua son claras algo opacas, de sabor desagradable, olor hepático, desprenden algunas ampollitas gaseosas que se notan especialmente cuando se observan en un vaso: su temperatura es de 22º R.: dejan por donde corren unas concreciones calizas con puntos rojizos. Anal. No se ha hecho un análisis exacto, y tan sólo se sabe que contienen hidrosulfato de sosa, carbonato de sosa, hidroclorato de magnesia y ácido carbónico. Según el Sr. D. Antonio Casares, en cada 1000 partes de agua se halla 0,019 de sulfuro de sodio. V.m. Son muy útiles, por los brillantes resultados que se observan á consecuencia de su administración, en los casos de reumatismo crónico, herpes miliares, y escamosos, histérico, amenorrea, hepatitis crónica, leucorrea, cólicos nerviosos, erisipelas y nefritis. Adm. Por lo común se hace uso de esta agua en bebida, y al mismo tiempo las de Partovia en baños. El médico director de esta agua es D. Lorenzo Saenz de la Cámara, residente en Arnedillo fuera de temporada, que empieza el 1º de julio y concluye el 15 de septiembre. La población tiene 130 casas, la mayor parte de un sólo piso, pero cómodas; no ofrece nada de notable, á no ser que el 16 de cada mes se celebra una feria en un espacioso llano cubierto de árboles alineados entre sí que suministran una sombra agradable a los concurrentes. Caminos. Son locales y en mal estado, si bien serán muy buenos cuando se lleve a cabo la construcción de una carretera que, pasando por ese pueblo, se dirija desde Orense a Pontevedra. Correo. Se reciben tres veces a la semana. Pobl. 130 vec. Y 650 almas.
Unos años más tarde en 1866, en su tratado La guía del Bañista de Manuel Torrijos, hace ésta descripción sobre los baños:
"Carballino y Partovia distan un cuarto de legua entre sí, y en el camino de uno á otro se encuentran la iglesia de Señorín y el pueblo de Torrón. Las aguas de estos baños son sulfurosas, y se aplican e la bebida contra los dolores reumáticos. Su temperatura es de 22R. En 1761 concurrieron a éste establecimiento 710 enfermos, 200 de los cuales curaron, 384 experimentaron alivio y 126 se retiraron sin obtener resultado alguno. Carballino es una población de 90 vecinos, cuyas casas ofrecen a los bañistas las comodidades necesarias al hospedaje.: Partovia sólo tiene 40, y sus casas ninguna comodidad proporcional al enfermo. Los alimentos son sanos y abundantes, y el bañista no echará de menos en Carballino ni la pesca de río y de mar, ni la caza, ni las aves domésticas, ni las carnes frescas y saladas; el vino y el pan son también exquisitos. El río Veiga fertiliza los alrededores de los baños, y los bañistas pasean por sus orillas, disfrutando de un clima suave y de un horizonte despejado, divirtiéndose por lo común en bailar con las jóvenes de Carballino en aquellas hermosas llanuras. Estos baños son muy antiguos, y en algunas memorias se habla de haber sido conducidas sus aguas a Madrid con fines medicinales.
En la página 403, recuerda que en Moldes (San Mamed), feligresía de Orense, distante de la capital 4 y 1/2 leguas y 3/4 de Señorín en Carballino. Tenía un manantial sulfuroso.
Cura balnearia y clínica
El 21 de agosto de 1951, el Dr. José de San Román y Rouyer, catedrático de la Facultad de Medicina de Madrid y director del Instituto de Hidrología Médica y Climatología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, escribió en O Carballino un trabajo sobre La cura Balnearia y climática de Carballino, del que reproduzco las siguientes líneas:
"Propiedad y realidad de sus aguas minero-medicinales. Nada hay en la localidad que merezca tanta atención y que tenga tanto interés científico, económico, industrial y social, como las condiciones de las aguas minero-medicinales que posee Carballino y el saludable clima de la villa y sus contornos. En otros países se da tanta importancia a la adecuada explotación de esta clase de aguas, que ya a comienzos de este siglo decían Jacquot y Willm (dos eminencias en la materia), refiriéndose a esta explotación: ... para un país es uno de los elementos de la riqueza nacional y para las comarcas en que brotan una fortuna, sin cesar, creciente. En estos tiempos vivían ya en Francia, a expensas de la cura balnearia, más de medio millón de habitantes, y advertimos que la importancia que a estos problemas daban en Alemania y otros países de centro Europa, de igual o superior cultura científica de la francesa, era aún mayor. Las consecuencias fueron claras, en Baden-Baden, famoso balneario alemán, acudieron al año anterior al comienzo de la última guerra mundial, más de doscientos mil agüistas, según estadísticas, y todos sabemos que Vichy francés ha adquirido tal renombre o importancia, que llegó a ser sede de Gobierno, durante la última invasión alemana. No hace media docena de años el Profesor Neergard de Zurich, en un librito editado por la Delegación para crear posibilidades de trabajo en Suiza, sostenía que la novena fuente de ingresos económicos de esa nación, era la cura balneo-clínica. Un lugar de las bellezas panorámicas de Carballino y sus alrededores, dotado de las excelentes aguas minero-medicinales que posee y de las notables propiedades curativas de su clima, bien conocido en toda Galicia, puede convertirse, debidamente atendido, en una de las fuentes de riqueza, no sólo de la localidad y de la provincia, sino de la Región, e incluso de España, por lo que bien merece que se le preste atención?.
No es pues de extrañar que el Dr. Míguez hubiera quedado encantado de las aguas de O Carballino.
