De vez en cuando me voy con el escritor Óscar Scopa (que sigue con su seminario sobre la belleza) a tomar un chiriguay a la terraza del restaurante La Casineta, el bar de mi amigo Perozo (aunque mande su mujer). Él se toma un güisqui, sin hielo, con un vaso de agua al lado, yo un gin tonic, y hablamos de lo que proceda. El martes salimos de allí a eso de las 9 e hicimos una parada en el "Bocazas", ese bar de Carral 4 que tutela Ignacio Álvarez, un cocinero cuyo mundo interior es la alta cocina y eso es lo que aplica a los bocadillos. Fue una delicia bocatera. Si tú tomas allí un bocata debes saber que, de afuera adentro, hay una propuesta cultural. Desde el pan al último ingrediente que encierre, cortado o picado al momento. La carne, vaca gallega; el pan, elegido a conciencia. No sé qué dirá Ignacio, pero no es "fast food", es la "slow food" del bocadillo. Manuel Álvarez, desde la barra, me propuso una negra (pero cerveza) Stout O'Hara irlandesa, artesanía pura, y pedí una hamburguesa de queso azul y cebolla caramelizada, y Scopa otra pero de vaca con bacon, cheddar y jalapeños. Es cierto: cuando muerdas allí un bocata, piensa que masticas un acto cultural.
Salas de arte viguesas, uníos
Quedé en ir a la galería Dúa2 para ver la última obra de Toya García Senra. La gente en Vigo suele quejarse de que a las exposiciones siempre van las mismas caras y que son muy pocos los que circulan. De lo que se trataría es de que las galerías, los días de inauguración, pongan unas hojas donde la gente pueda dejar su nombre y apellido y su correo electrónico. Hacer mailings con la información de las actividades e intercambiarlos entre galerías para que se sume más gente a las exposiciones y presentaciones. Creo que sería un dinamizador. De hecho en otras ciudades se hace.
Entre Sonrisas y Lágrimas
¡Llenaron! No sé cuántos años lleva organizando cada Navidad la viguesa asociación Aboal su festival solidario y familiar, pero sí que mañana se celebra el de este año en el teatro Salesianos y en dos funciones de cinco y media y siete de la tarde. Esta última hora se decidió ayer, por algo digno de aplauso: se agotaron las entradas de la primera función. Ahí veréis el esfuerzo de 66 vigueses de todas las edades, desde 6 años hasta 70, padres y abuelos, prestos a cantar y bailar. ¿Y qué cobran por tal esfuerzo? Solo 2 euros y 1 Kg de alimentos no perecederos. Claro, es para la campaña del Banco de Alimentos ¿La entrada a la segunda función? En la misma taquilla.
Boleros de Lavadores
Y que me llama Eduardo Fernández, presi de la asociación vecinal de Lavadores, para que proclamemos a los 4 vientos del barrio que, si hoy actúa el grupo de cuerda Alborada, mañana a las siete y media el auditorio va a ser un homenaje a los boleros, habaneras... Claro, actuará allí el grupo de O Grove "Osa Firras", que algunos habréis visto estos días en la TVG. Lo pasaréis a lo grande.
