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Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

El Pacto

La gran ausencia del acuerdo en la "cuestión educativa"

A estas alturas, y en lo que se refiere a la llamada "cuestión educativa", la duda no es si hace falta un pacto nacional que deje fuera de las polémicas partidistas el territorio escolar -cuya necesidad es obvia-, sino si será capaz el oficio político que se ejerce aquí de sacarlo adelante. De hecho, durante los cuarenta años de democracia ha sido que no, y esta vez los indicios tampoco dan demasiadas razones para ser optimistas aunque todos lo pidan.

Los motivos de la ausencia de ese gran acuerdo son varios y bastante más radicalizados que en otros sectores de la convivencia española. El primero, seguramente, es que se discute de una materia en la que todavía está presente y activa la diferencia ideológica profunda. Diferencia que no es fácil de superar; en otros países ya lo hicieron o redujeron las distancias, y quizá porque aquí no, es tan difícil pactar.

En segundo lugar -pero no necesariamente ese es el orden de los problemas- cabe citar la injerencia de los diferentes nacionalismos no ya sólo en el terreno de la historia o la cultura, sino a veces hasta en el de la geografía. Y -por supuesto desde la opinión personal de quien lo firma- incide también en el desacuerdo la diferente óptica de las familias en lo que se refiere a la cultura y el valor del esfuerzo en los estudios. Y hay un extendido "buenismo" que no parece lo más adecuado en un mundo tan competitivo como el académico. Dicho con el máximo respeto a otras opiniones.

Y existe, a la vez, una agria polémica acerca del reparto del dinero público, que, cuando escasea, desde la izquierda motiva la exigencia de plantearse la financiación privada de los centros concertados y la defensa a ultranza desde la derecha de la libertad para elegirlos y tratarlos en iguales condiciones. Y todos parecen olvidar que la concertación no es asunto ideológico sino de necesidad, establecida por el PSOE.

Hay, por desgracia, bastantes otras causas para el encono con que se debate ahora la cuestión, entre las que conviene incluir la electoral. Queda dicho que este es de los pocos sectores en que aún está viva y con los tópicos de siempre en plena vigencia la ideología como reclamo de votos. Y también por esa realidad resulta tan complejo alcanzar un acuerdo que, bien planteado y desarrollado, serviría para algo tan exigible y exigido como alcanzar la estabilidad escolar. Sin ex o inclusiones sectarias en la distribución de los recursos atendiendo a lo público y lo concertado, ambos necesarios, y sobre todo evitando que cada gobierno que llega tenga un plan y, a veces, dos. Y es que así es literalmente imposible que se pueda estudiar bien y que se logre aprender.

¿O no...?

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