Al vigués Xesús Nieto Pena habría que recordarlo por más razones que su papel de pionero en el programa "Aló Galicia" de Radio Francia, durante el franquismo.
Aquí su nombre sólo lo cita algún estudioso del primer tercio del pasado siglo, y en colectivo. Es decir, para revalorizar a otro personaje con el que compartió generación. La última vez fue a propósito del pintor Emilio Fernández Rodal y la Sociedad de Amigos del Arte.
Fuera le guardan mayor consideración. Por ejemplo, en la Universidad de Alicante que custodia los archivos sonoros de las emisiones en español de la Radiodifusión Francesa. Elogian su programa y los concursos de poesía que organizó entre los seguidores de la emisora.
Ramón Chao, el escritor gallego autoconfinado en Francia, biógrafo sui generis de Prisciliano y padre del cantante Manu Chao, lo llamaba "don Xesús". Usaba el "don" de respeto por su gran categoría y porque lo había precedido en la emisión en gallego de Radio París que él denominó "Ondas para Galiza".
H. Harguindey, en el estudio sobre la influencia de la radio en la divulgación de la lengua gallega, resalta su labor. Escribe que lo conoció hacia 1963, cuando impartía clases en la escuela pública francesa, y escuchaba el programa "Aló Galicia".
Pero su memoria no debe diluirse en aquel episodio de colaboración radiofónica, porque se trata de un intelectual reconocido durante la República y la posguerra como poeta, publicista y profesor de literatura. He aquí unos apuntes.
Cuando discurre el octogésimo aniversario de la muerte de García Lorca, conviene incidir en que es uno de los personajes imprescindibles en la cronología gallega del poeta. Pertenecía a su círculo de amistades y es quien da a conocer a los vigueses, en febrero del 36, la edición de "Seis poemas galegos" en "Nos".
Cuenta que Lorca avanzó la noticia a un grupo de amigos en el verano, " y nos dejó con la boca abierta". Esta es su opinión de la obra: "es un libro tierno, delicado, religioso, henchido del saber de nuestro país, con nuestra tradición ardiendo en aquellas palabras de homenaje a Compostela".
El año anterior, Xesús Nieto había sido uno de los coautores, con Lorca, Juan Ramón Jiménez y Cunqueiro, del folleto de homenaje al poeta vigués, Feliciano Rolán, prematuramente muerto.
Y tras su muerte, la admiración por el poeta granadino lo impulsó a exhumar su voz, cuando era director de la revista "Cuadernos de Poesía", en el año 1941. Es un periodo en que el franquismo mantenía una actitud ambigua sobre García Lorca y tiene los arrestos de publicar el poema "A la luna". Casualmente la revista no volvió a aparecer.
En enero del 34, Romero Archidona le había dedicado un artículo a propósito de su curioso libro "El conflicto del Chaco a la luz de la historia", sobre el que dará varias conferencias, una en el Ateneo. Por el éxito del libro se le tributó un homenaje en Vigo.
El estallido de la guerra civil lo encuentra en la universidad alemana de Gotinga, a la que se había incorporado en abril como profesor de Literatura Española. Retorna en diciembre de 1936, al concluir el curso, y con el nombre castellanizado: Jesús. Así figura en sus apariciones públicas, en los artículos y libros, como la selección de "Poesías místicas", de Unamuno, editado en 1941.
No hay tantos vigueses con dimensión de celebridad para despreocuparse de ellos. Ya en la primera Historia de Vigo, Nicolás Taboada Leal, trataba en el último capítulo de los personajes ilustres. Son indispensables para interpretar el contexto histórico y referentes de su sociedad. No conviene olvidar a ninguno.
En América lo hacen bien con sus espacios de la fama. Aquí está pendiente el "muro de celebridades" en el que figuren los nombres de todos los vigueses que dan lustre a la ciudad. Deberá ocupar un espacio preferente en ese cada vez más urgente Museo principal de la Ciudad de Vigo.
