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análisis

Adolfo Domínguez "ad eternum"

Antimissaris dice "no" al puesto de CEO y perpetúa al modisto en la textil

El 14 de julio Adolfo Domínguez SA comunicaba a sus accionistas la destitución de Estanislao Carpio como consejero delegado (CEO) del grupo textil. Los motivos, si es que eran económicos, se conocerían al día siguiente. Habían caído (otra vez) las ventas, el Ebitda negativo superaba los cinco millones y se triplicaban las pérdidas, mientras que la posición financiera solo mejoraba por el "beneficio extraordinario" derivado de la venta de un edificio en el cotizado Paseo de la Habana de Madrid. ¿La solución? Un fichaje estrella, un ex de Inditex (y Zara y Uterqüe): el griego Costas Antimissaris. Estaba entonces en Londres, ejerciendo como director internacional de Marks & Spencer. Pero allí se quedará este ejecutivo porque, como ha tenido que admitir la textil ourensana, a Antimissaris no se le espera ya en San Cibrao. La empresa "no ha alcanzado un acuerdo con respecto a los términos de su contratación", informó a la CNMV, y "en las próximas semanas analizará la estructura de dirección idónea". Mientras tanto la compañía lleva más de cuatro meses sin consejero delegado y con su fundador, Adolfo Domínguez, en la presidencia del consejo de administración y el mando de las decisiones estratégicas del grupo. Otra vez.

A la luz de los datos en poder del mercado, y como lamentan los socios minoritarios, no parece la mejor estrategia. Tejió una expansión orgánica a la que empezó a dar forma en 2006. Hasta 70 tiendas nuevas por año, 700 contrataciones y ventas -un espejismo, como se sabría más tarde- de casi 200 millones de euros. El doble que en 2015. Llegó a valer 429 millones de euros en Bolsa, pero hoy apenas supera los 30,5. Adolfo Domínguez prescindió de Carpio en una especie de mensaje al mercado que nunca terminó de calar porque era difícil imputarle a él esta caminata errática. Llevaba menos de un año como consejero delegado. El diseñador gallego es el hombre y nombre de su compañía, y como tal la gobierna.

Su aperturismo de julio se murió en la orilla. No solo no viene Antimissaris sino que sus otros dos grandes incorporaciones, Fuencisla Clemares (directora comercial y líder de iniciativa de movilidad de Google España) y Juan Antonio Chaparro (CEO de cadena de suministro del grupo Esprit) dimitían el pasado lunes como miembros independientes del consejo. ¿Los sustitutos? Personas, se presupone, de la confianza de Domínguez, porque en su currículum no hay signos de moda. A José Luis Temes se le puede identificar por unas tijeras, pero de uso quirúrgico. Es doctor en Medicina y nefrólogo. El segundo es José Manuel Rubín, periodista de Ourense y ex profesor (hasta 1997). Son, junto con Luis Caramés (catedrático de Economía), los independientes del consejo de administración. El de Adolfo.

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