En la breve ceremonia personal de despedida a Leonard Cohen, que consistía solo en escuchar una canción suya, el tema elegido era "Take This Waltz", de 1988, debido al seductor juego de rebotes culturales, pues como se sabe la canción versiona un poema de García Lorca, pero alcanzó la cima absoluta cuando a su vez fue versionada por Enrique Morente y "Lagartija Nick" en su inconmensurable "Omega" de 1996. Bien, así estaban las cosas poco antes de empezar el acto, cuando me vino a la parte más emocional de la cabeza la vocecita femenina que a veces hace un sutil fondo en "Suzanne", y cuya dulzura me sirvió en un tiempo para penar con gozo la ausencia de la mujer amada, pues el tono de voz era el mismo. Con el cambio la ceremonia tuvo un acento más íntimo, y también más verdadero, pues a fin de cuentas el gran artista es el médium que logra hacernos evocar la mágica intensidad de algún momento.
