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tRIBUNA LIBRE

La educación mal educada

En plena vorágine de un revuelo de la reválida que no termina de colear, me sorprenden las reacciones de algunos que se "presuponen" garantes del desarrollo intelectual de los más pequeños de la sociedad. Si bien quienes defienden el retroceso son los menos, sí han resultado ser los más fanáticos y ruidosos.

Ya el actual cataclismo educativo apuntaba maneras hace casi 600 años cuando la caída de Constantinopla iba a suponer la asunción por parte del cristianismo del legado formativo bajo un manto clasista y tamizado por la doctrina. Lo que mal empieza? mal acaba y así, la educación contemporánea, nace de un sistema controlado por un Estado que se presenta constitucionalmente como laico y aconfesional. Estado democrático de base católica, es aconfesional, que no laicista. Y desde el prisma constitucional hay que asumir que la regulación española lo ha blindado en Leyes Orgánicas de libertad religiosa en un acuerdo más que interesado con la Santa Sede.

Así pues? con la Iglesia hemos topado. Y, por ende y extensión, con el fascismo de peineta y patriarcado de pelo en pecho. De los que mandan y gobiernan como hubiera mandado Paquiño "queDioslotegaensugloria". Y qué más da que el laicismo no sea una categoría superior que arbitre sobre el espacio público sino una opción personal y privada. Este revuelo solo sirve para el regocijo de unos pocos que asumen como victorias hechos retrógrados para la evolución y se golpean el pecho electoralistamente con decisiones políticas que solo van a tener unos grandes damnificados: el total poblacional educativo español.

A todas y todos los fachas que salivaron defendiendo la ejecución de la reválida con argumentos paupérrimos e irrisorios, de panfletillo político pueblerino, comentarles lo siguiente: No se trata de política, se trata de la infancia y la juventud, ¿acaso no debería ser nuestra prioridad por encima de cualquier ideología? Defender un sistema de criba clasista no beneficia absolutamente a nadie ni sirve de indicador de competencias en mayor medida que el análisis de un especialista en materia educativa. Aunque no sorprende esta actitud si hasta la mismísima RAE define "facha" como "mamarracho".

La reválida es tan indefendible como las siete leyes educativas vigentes en período. Desde la LGE de 1970 nos hemos "cubierto de gloria" en uno de los campos más importantes para el ser humano, poniéndole la guinda al pastel en 2013 con una LOMCE sectaria, discriminatoria y retrógrada que concede plena validez académica a la asignatura de Religión, recupera las pruebas externas, recorta las becas universitarias y establece concierto con los colegios que separan por sexo a los alumnos.

Ya que la Constitución es un pacto entre diversas concepciones políticas, exijamos lo propio en lo que atañe al sistema educativo. Exijamos la redacción de una Ley Orgánica que garantice una educación universal y contemple múltiples ramificaciones. Una redacción de consenso que nos aleje de la concepción medieval de privilegio para las clases superiores y nos acerque al espíritu de la educación renacentista en que se equilibraban las ciencias y las letras y se daba cabida a la historia y a la geografía en igual medida que a las artes y a la formación física.

La reválida no aporta absolutamente nada positivo a la educación y las siete leyes educativas han resultado ser panfletos insuficientes y partidistas? los siete pecados capitales políticos.

La exigencia debería pasar por una Ley común cuya redacción que abrace la pansofía de Komenský, defensor de la educación universal y padre de la didáctica, que acertadamente acuñó aquello de que "el objetivo educativo debe ser enseñar a través de todas las cosas a todos los hombres." Pues eso.

*Secretaria general de Podemos A Estrada

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