Dicen que quieren televisar los plenos de la corporación municipal a petición de los concejales de la Marea que tienen mucha preocupación porque, al parecer a la sala de la Casa Consistorial los miércoles no va casi nadie. Uno que ha "roído", por obligación, décadas de plenos entiende muy bien por qué no acuden los vecinos a las sesiones y es que, en la mayoría de ellos, los señores concejales, unos por lucir y otros por incordiar, convierten cada sesión en un suplicio solo salvable para determinados colectivos que, preocupados por sus propios intereses, ven a ver qué hay de lo suyo. Televisar los plenos, por mucho que ilusione a los de la Marea, es un gasto a mi juicio innecesario porque, por muy moderno que sea el sistema, puede soslayarse, mientras haya otras preocupaciones en el municipio, con la asistencia a la sala donde se ven a sus señorías en plena salsa. La televisión está llena de lo que se denominan "reálitis" "grandes hermanos" y citas a ciegas que entretienen mucho más a los espectadores en sus casas y, mientras la entrada a la sala de plenos sea libre y gratuita para ver en directo el espectáculo, habiendo como hay, repito, otras necesidades, la inversión sobra y bien queda ese acuerdo de hacerla "cuando se pueda". Ni tanto ni tan poco.