El Instituto Femenino pasó su primer año de funcionamiento en el mismo edificio del Instituto Masculino, porque no se vislumbró ninguna alternativa mejor. A efectos de reparto y ocupación de las aulas en las dos plantas no cambió prácticamente nada para las alumnas y los alumnos de aquel curso 63-64 con respecto a los años anteriores, cuando había un solo instituto en Pontevedra. Todo siguió igual.
Ese emplazamiento provisional se fijó solo por aquel año académico, a la espera del traslado previsto de la Escuela de Magisterio desde el edificio vecino de Artes y Oficios a sus nuevas instalaciones en la avenida de Buenos Aires. Tal y como estaba previsto, el cambio se produjo el curso siguiente 1964-65, y el Instituto Femenino pasó a ubicarse desde entonces al otro lado del Palacio Provincial, frente a la Gran Vía, en la antigua Normal.
Cuando el Ministerio de Educación anunció en 1964 la construcción de un nuevo instituto en El Vergel, donde ya estaban los campos de deportes en sus distintas modalidades, quedó claro desde el primer momento que aquel edificio acogería al Instituto Masculino. Y una vez realizado el traslado, el Instituto Femenino retornaría al edificio matriz. Ese fue el plan establecido y ese fue el plan finalmente ejecutado, aunque no sin polémica.
La construcción del instituto en El Vergel no empezó bien y acabó peor. Filgueira Valverde maniobró cuanto pudo por dar marcha atrás en el reparto y trató de pactar una permuta con el Instituto Femenino para mantener el Instituto Masculino en su ubicación original. Pero el acuerdo resultó imposible.
