En algunos foros se empieza a escuchar la idea de que el sector inmobiliario y la construcción (de viviendas) están ya en marcha e, incluso, que estamos en el inicio de una nueva burbuja. Se entiende que lo ocurrido en el pasado haga a algunos particularmente sensibles y precavidos. Pero las cifras no avalan esta argumentación.

Comenzando por las operaciones de compraventa, los datos que recogía el Foro Económico de Galicia en su informe de coyuntura publicado esta misma semana muestran un incremento interanual del 7% en el precio de la vivienda nueva, pero una caída del -0.5% en la vivienda usada; y caídas importantes tanto del número de hipotecas (-8%) y del principal medio prestado. En definitiva, los precios de vivienda nueva se recuperan, como siempre ocurre después de una crisis inmobiliaria, pero estamos lejos de ver una activación de burbuja.

Es más, los datos de construcción de vivienda nueva muestran la parálisis en la que se encuentra el sector. El Gráfico adjunto, elaborado con datos del IGE, muestra la evolución mensual del parque neto de viviendas. Desde 2010 en adelante el parque de viviendas se encuentra prácticamente estancado, alrededor de 100 viviendas al mes, frente a crecimientos de más de 3.000 viviendas e incluso de 5.000 en el pico del boom inmobiliario. Y me temo que la construcción residencial va a seguir así aún unos años más. El volumen de viviendas vacías es todavía grande y la población gallega decrece. SI no fuera por la obra pública y las operaciones en terceros países, el sector seguiría en la UCI. La burbuja está lejos.

*Director de GEN (Universidade de Vigo)

@SantiagoLagoP