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La diócesis

Los 7 cardenales del episcopologio Auriense

Los Cardenales como herederos de los derechos del clero de Roma de elegir el Obispo sucesor de Pedro, el Papa, tienen en la jerarquía de la Iglesia el rango más alto después del Romano Pontífice y siguen siendo los electores y por tanto sus figuras adquieren especial relieve eclesial y social. No es fácil resumir la historia de este Colegio, ni tampoco es el motivo de este breve apunte, escrito como curiosidad al hacerse público el domingo 9 de octubre el nombramiento como Cardenal de Don Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid y desde 1996 a 2002 muy querido Obispo de Ourense.

Se ha hablado, aunque ninguna legislación lo determina, de Diócesis cardenalicias, aunque con el actual Pontífice nada en estos comportamientos es seguro, como se ve en el presente consistorio en el que no obtienen la púrpura el Patriarca de Venecia o el arzobispo de Turín cuyos titulares han sido cardenales siempre, y sin embargo son nombrados obispos de remotas y poco significativas diócesis del tercer mundo. Esto para señalar que Ourense no ha sido diócesis cardenalicia, ya que ocupa en el escalafón de importancia un puesto discreto, que por otra parte hizo que muchos obispos de aquí pasaran a otras más pingues e importantes sedes, estando al frente de las cuales fueron nombrados cardenales, como sucede con Don Carlos.

Por ello no son muchos tampoco los Obispo de Ourense que hayan alcanzado el cardenalato, pero puede ser curioso conocer los 7 que hasta el presente constituyen este grupo en el que podemos distinguir tres subgrupos. El de los comendatarios que estuvieron al frente de la diócesis como una fuente más de sus ingresos y nunca la rigieron personalmente que son tres, el único y verdaderamente Cardenal de Ourense, el Obispo Quevedo y Quitano y el de los que tras ascender a otros obispados fueron creados cardenales que son otros tres.

Los comendatarios

Juan de Torquemada. Que no debe confundirse con el mal afamado Inquisidor General. Nació en Valladolid en 1388, ciudad en la que tomó el hábito dominicano. Doctor en Teología por París, tras pasar a Roma tomó parte como destacado teólogo en el Concilio de Basilea-Florencia, defendiendo las prerrogativas del Papa que le premió con la púrpura en 1439, como Cardenal presbítero del título de Santa Sabina, pasando más tarde a las sedes suburbicarias de Albano, Palestrina y Sabina-Poggio Mirteto, es decir los más altos puestos del Colegio Cardenalicio. Como un modo de favorecerlo económicamente va recibir en encomienda varios obispados, que administraría mediante vicarios. Cádiz, León y Ourense. Lo curioso es que de Ourense lo fue dos veces y es tema para ser investigado cuando se lleve a cabo la necesaria revisión del episcopologio. Lo fue de 1442 a 1445 y luego de 1463 a 1466. Y desde 1449 también obtuvo y cobró las rentas del deanato de nuestra Catedral. Favoreció mucho a su orden, escribió diversas obras de tema jurídico y devocional, siendo su prestigio altísimo en la Roma de su tiempo, ciudad en la que murió a los 80 años en 1468.

Antonio Pallavicini Gentili. Nació en Génova en 1448 de nobilísima y poderosa familia ya desde joven estuvo metido en el mundo de la diplomacia y la corte como servidor del Cardenal Giovanni Battista Cibo, que sería elegido Papa, Inocencio VIII, que le nombró su datario. En la corte papal por sus maneras educadas le llamaban "il encantatore". Como tantos personajes del momento tiene una extraña historia de nombramientos que nada tenían que ver con la pastoral. En 1484 sería nombrado obispo de Ventimiglia que resignó en 1487. Pero un año antes ya había sido nombrado Obispo de Ourense diócesis que mantuvo hasta su muerte en Roma en 1507, gobernándola por medio de su provisor el arcediano de Bubal, Don Juan Deza.

Le nombró Cardenal en 1489 y también dentro de esa dignidad ascendió por diversos títulos hasta la diócesis suburbicaria de Frascati, sin dejar otros cuyas rentas le interesaban. También de 1492 a 1493 fue obispo de Lamego. El Concilio de Trento pondrá coto a esta acumulación de obispados y dignidades que no se residían porque los intereses estaban en la alta política romana.

Pietro Isvalies es el tercero de estos obispos. Se le suele llamar castellanizando el nombre como Pedro de Isuales o en el episcopologio auriense Isaulles por Isualles. Era siciliano, nacido en Mesina hacia 1450, un continuo ascenso con grandes valedores le llevo a la órbita del Papa Alejandro VI que le encargó varias misiones diplomáticas, que desempeñó con acierto. Arzobispo de Reggio Calabria de 1497 a 1506. Cardenal en septiembre de 1500 del título de San Ciriano alle Terme y luego de Santa Pudenzina. Y Administrador con todos los efectos canónicos de Obispo residencial de Veszprem, en Hungría de Orense en 1508 y de Mesina que mantuvo hasta su muerte en Cesena el 22 de septiembre de 1511.

El cardenal Quevedo

Es el único obispo residencial que personalmente la residió y como tal nombrado Cardenal, aunque fuera como premio pedido por el Rey Fernando VII por sus fidelidades y sus responsabilidades políticas. Pero como bueno obispo, quizá el mejor Obispo de la Historia de Ourense, hubiese merecido la distinción aunque la diócesis no tenía ese rango. Pedro Benito Antonio Quevedo y Quintano había nacido en Villanueva del Fresno el 12 de enero de 1736. Nombrado obispo de Ourense el 15 de abril de 1776 se dedicó con un celo ejemplar al cuidado de la diócesis, fundando el Seminario y atendiendo las necesidades de los pobres. Miembro del Consejo de Regencia durante la Guerra de la Independencia y diputado en las Cortes de Cádiz con algunos de cuyos presupuestos no estuvo de acuerdo, sufriendo la intolerancia de los liberales que los expulsaron del reino, residiendo Tourem pueblo portugués entonces del Obispado de Ourense. Fernando VII lo propuso dos veces para Sevilla que renunció y entonces solicitó para él, en contra de su voluntad, el capelo Cardenalicio. El Papa Pío VII lo nombró cardenal en 1816, viejo y achacoso no viajó a Roma y los actos de imposición de la birreta fueron en Ourense que celebró muy festivamente este honor de su obispo tan querido. Por ello no fue titular de ninguna iglesia romana como es costumbre. Falleció el 28 de marzo del año 1818 y está enterrado en la Capilla mayor de la Catedral en un sepulcro encargado al importante escultor neoclásico Antonio Solá.

Promocionados

Los tres cardenales restantes obtuvieron el Capelo al ser titulares de diócesis que sí tenían esta categoría.

Luis de la Lastra y Cuesta. Nacido en Cubas, Santander en 1803. Fue nombrado en 1852 obispo de Ourense y aquí permaneció hasta 1857 en que fue promovido como primer arzobispo de Valladolid, sede en la que estuvo hasta 1862 en que una nueva promoción lo llevó como arzobispo a Sevilla, una de las sedes junto con Toledo, tradicionalmente cardenalicias en España y así Don Luis el año 1863 fue nombrado Cardenal, y desde esa fecha lo era a todos los efectos, aunque hasta 1867 no se posesionó de su iglesia titular, San Pedro in Montorio, que por sus relaciones con España es una de las que se dan a los cardenales españoles. Falleció en Sevilla el 5 de mayo de 1876. En su testamento dejó a la Catedral de Ourense un cáliz de esmaltes que le habían regalado a él los Montpensier.

Eustaquio Ilundain y Esteban. Navarro nacido en 1862. En 1904 fue nombrado obispo de Ourense. No dudo que ha sido uno de los grandes obispos con alta preparación y con importantes decisiones de mejora del Seminario, Curia y diversas parroquias, aunque muy injustamente tratado por manipulaciones políticas que de algún modo empañaron su presencia entre nosotros y que también por otro lado debieron valerle para su promoción, como Lastra, pero en esta caso directamente, al arzobispado de Sevilla en el año 1920. Cinco años después, como he dicho era casi norma que los arzobispos hispalenses lo fueran, fue nombrado Cardenal del título de San Lorenzo en Panisperna. En Sevilla falleció el 10 de agosto de 1937.

Carlos Osoro Sierra. Y finalmente el nombramiento que motiva este escrito es el actual arzobispo de Madrid, nacido en Castañeda (Santander) en 1945. Nombrado obispo de Ourense en 1996 hasta 2002 en que pasó a Oviedo donde estuvo hasta su promoción a Valencia en el año 2009 y en 2014 a Madrid. El 19 de noviembre próximo será incorporado al Colegio Cardenalicio. En este momento todavía no se conoce la iglesia titular de Roma que se le va a adjudicar.

El Diario Montañés al dar la noticia subrayaba que Osoro sería el tercer cardenal de Cantabria, señalando que los otros eran Cos, y Herrera Oria y en realidad será el cuarto porque Don Luis de la Lastra y Cuesta era de la misma procedencia.

En cambio el único Cardenal nacido en Ourense es Don Fernando Quiroga Palacios, obispo de Mondoñedo y Arzobispo de Santiago nombrado cardenal en 1953 del título de San Agustín.

*Delegado de patrimonio de la diócesis y archivero de la Catedral.

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