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Antonio Rico

Íker Fuster y Aramís Jiménez

Ya es oficial, la bruja Aramís Fuster se llama ahora Íker Jiménez.

Ya no tendremos que lidiar más con la bruja Aramís cuando nos metamos en la televisiva jaula de los impostores que se ríen de nosotros hablando de poderes, misterios y todas esas pamplinas. Aunque no descansa en paz, la bruja Aramís ha muerto. La farsante llevaba varios años más allá que acá, pero fue anteayer por la noche en "Sálvame Deluxe" cuando se produjo su muerte como hechicera al reconocer ante las cámaras de que ni es bruja ni vidente ni nada. Es cierto que, al no haber óbito, los médicos no llamarían a esto "éxito", pero nosotros sí. Ante el reconocimiento público de un timador de su condición de timador hablamos de "todo un éxito".

Hace siete años que una Aramís en caída libre intentó transformarse en personaje del corazón, pero con la clarividencia habitual de los adivinos lo hizo en el "DEC" ("¿Dónde estás corazón?") de Antena 3, una cadena que poco después eliminó este tipo de espacios de su programación. Desde entonces la pobre lucha y pena por transformar sus cenizas en uno más de los muchos seres lamentables, degradados e histriónicos que pululan por Telecinco dispuestos a todo con tal de lograr unos minutos de gloria retribuida al cambio según la escala de cotización de los índices de audiencia. No logró participar en el último "GH VIP", pero estos días ha logrado cierto protagonismo gracias a que Telecinco necesita material de derribo con el que rellenar las muchas horas de programación baldías que dentro de unos días volverá a ocupar por fin "Gran hermano". Utilizando mil recursos y artimañas -incluido reconocer ser una farsante- Aramís les dio y les está dando tanto que hablar que igual tiene suerte y consigue que en Telecinco vuelvan a llamarla cuando les quede otro hueco y quieran volver a reírse de ella otro poco.

Por eso, certificada la desaparición de la bruja Aramís, ya es oficial: a la espera de que también acepte públicamente su impostura (tardará: aún le es muy rentable), Íker es el enemigo a batir.

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