Una ciudad sostenible tiene que ser capaz de integrar en su proyecto de futuro el patrimonio industrial heredado, integrándolo en su entorno y convirtiéndolo en un factor de desarrollo. Debe saber conciliar la conservación de los bienes industriales heredados con los nuevos usos que hagan emerger su potencial creativo.
Outro Vigo é Posible (OVEP) inicio en el año 2008 la campaña "Outra panificadora é posible" con el objetivo de hacer realidad la integración de nuestro patrimonio industrial en el presente y futuro de la ciudad. Tras una positiva respuesta por parte del Concello de Vigo en el año 2010, finalmente convencido de la oportunidad que la "pani " nos ofrecía (estoy aquí, no me olvidéis, nos dice siempre al pasar a su lado), el proceso se paralizó. Razones fundamentalmente económicas lo motivaron. El complejo de La Panificadora siguió su lento, triste e imparable deterioro.
Pero estos años transcurridos con campañas y actos, tanto de OVEP como de otros colectivos que defienden su íntegra rehabilitación, no fueron inútiles, ahora la ciudadanía viguesa ya no tiene dudas: la panificadora es nuestra y no queremos que la tiren, no queremos que la dejen caer, queremos que vuelva a formar parte activa de nuestra ciudad.
En el año 2014 OVEP encargó, como punto cero del proceso, un "Informe-guía para la intervención en el ámbito urbano ocupado por la Panificadora", en tanto que instrumento imprescindible para el inicio de cualquier actuación de recuperación o rehabilitación. Este informe fue presentado a la Delegada de la Zona Franca y al alcalde. Junto con este informe iba nuestra propuesta: solo se va a poder actuar en la panificadora si se hace de forma conjunta, si las administraciones se unen para llevar a cabo este proyecto estratégico, la ciudad lo necesita y se lo merece. Y sabemos que es posible.
Tal y como se establece en este informe, OVEP considera que hay unas premisas mínimas y urgentes para la realización de este Proyecto:
1. Realización de un informe estructural y constructivo con muestreo de materiales existentes en cada uno de los edificios.
2. Elaboración de un Plan de viabilidad y sostenibilidad -por equipo multidisciplinar- y elaboración de propuestas de usos posibles.
3. Estudio de medios de financiación que garanticen su puesta en funcionamiento y su viabilidad económica a largo plazo.
Estos informes y planes deberán ser encargados por el Concello o por la Zona Franca, pero abordados conjuntamente.
La nueva panificadora tiene que ser un "proyecto de ciudad" y, por ello, liderado por la Alcaldía. Pero es evidente la importancia que la intervención de la Zona Franca tienen en este proceso: sus fines tienen mas que justificada la adjudicación de parte del espacio del complejo industrial. La Panificadora viguesa, industria innovadora por excelencia en el primer cuarto del siglo XX, puede ser ahora nuevo contenedor de industrias innovadoras en el siglo XXI. Y esta colaboración debe estar abierta a otras administraciones, ¿por qué no?: el Gobierno Central, la Xunta de Galicia, Diputación provincial, la Universidad, pueden tener cabida (no olvidemos que los técnicos del ministerio de cultura la consideraron como la mas idónea ubicación para la biblioteca estatal). Y este proyecto de ciudad necesita también la implicación de todos los partidos políticos. Vigo no se puede permitir que otro proyecto estratégico se diluya por falta de acuerdo entre las administraciones responsables.
Todos los supuestos de recuperación del complejo que se planteen contemplarán una gran inversión inicial, por ello el proceso de rehabilitación puede ser secuenciado por fases de inversión. Sabemos que será un proceso largo, pero es de enorme importancia que la definición proyectual de la rehabilitación a realizar se trate cono un todo, como un complejo único e inseparable, independientemente de los usos adjudicados y de las administraciones responsables. Son muy numerosos los ejemplos de conservación integral de patrimonio industrial en todo el mundo y, especialmente, de la tipología de la panificadora, tal como la exposición realizada por OVEP en diciembre de 2014 (e itinerante a lo largo de 2015 por diferentes zonas de la ciudad) puso de manifiesto. Porque con la rehabilitación de la panificadora situamos a vigo dentro de las ciudades que, ya desde hace bastantes años, han iniciado la senda de la conservación responsable de su patrimonio industrial.
Ya ha pasado el tiempo de la sensibilización. Ahora se abre un nuevo horizonte: es el momento de un trabajo responsable que inicie el proceso de la recuperación integral del conjunto. Y para ello, para encarar este proceso de forma eficaz, parece aconsejable que un equipo permanente con dedicación exclusiva se encargue de la gestión del proyecto y de la coordinación entre administraciones.
*Comisión de Coordinación de Outrovigoéposible
