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Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

El pluriliderazgo

A estas alturas, y cuando mucha gente pensaba lo contrario, los hechos mismos han demostrado que la izquierda gallega no sólo tiene líderes, sino que casi cada día le surge uno nuevo. Lo que está por saber, aunque falta poco, es cuántos de ellos -o ellas- duran poco más de un mes, que es el tiempo que falta para las elecciones: y ya se sabe que la victoria, o su expectativa, tiene muchos padres pero la derrota es huérfana. Ya se verá de qué lado cae la moneda.

(Conste que cuando se habla de esa abundancia de líderes no se pretende ironizar ni se inventa algo: ahí está Podemos, que tiene, en teoría, a Carmen Santos, pero, además, y por lo que se ha visto, también -o más- mandan Bescansa, Echenique y, sobre todo Pablo Iglesias. Y En Marea, cuyo candidato a la Xunta es el magistrado Villares, pero detrás, aunque se niegue, están los alcaldes Ferreiro y Noriega y la sombra siempre alargada de Beiras.

Y en lo que al PSdeG, si es que aún existe como fuerza operativa, se refiere, el pluriliderazgo es todavía más obvio. Primero, con la gestora, cuya presidenta Cancela solo es delegada de Ferraz aquí; Besteiro, que ejerce como guía en la Santa Compaña, y Leiceaga, que apenas tiene poder y el que le dan es mendicante. ; o, en fin, Abel Caballero, cuyo carácter le ha creado más enemigos dentro que fuera. Y en Ciudadanos es al revés: líder, lo que se dice líder, aquí no tiene.)

Con semejante panorama, lo mejor que le puede pasar al lado de babor de la política gallega es que no se cumpla el viejo refrán que advierte de que "días de mucho, vísperas de nada", porque eso significaría, en la circunstancia preelectoral que se vive, que a pesar de sus múltiples referentes, la situación provocaría confusión en el electorado en lugar de una sensación de euforia por tener en apariencia tanto donde elegir.

Lo malo es que esa confusión -dicho esto, como lo anterior, solo desde la perspectiva de la opinión personal- se traslada también al terreno de lo ideológico. Casi nadie sabe con detalle cuál es el proyecto de Marea: si es nacionalista, soberanista, híper/regionalista o federalista. Y en su corriente podemita, tampoco, como en el PSOE, donde aparte de lugares comunes y arengas más bien pesimistas, no hay un solo dato serio que permita adivinar qué quiere hacer con este antiguo Reino

En todo caso, eso sí, hay un punto en común que les une a todos: echar al PP; la pregunta es si no les ocurrirá como al ejército de Pancho Villa, que tenía más generales que soldados y durante la guerra fue de victoria en victoria hasta la derrota final. Y es que, por lo que se ve, parece evidente que hay quien no quiere aprender.

¿Eh...?

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