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Personas, casos y cosas de ayer y de hoy

Dilemas pediátricos actuales

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ofrece en su web oficial una sección denominada En Familia (http://enfamilia.aeped.es/), "escrita por pediatras, pensada para las familias", que facilita instrucción sobre temas de salud infantil. La información suministrada está redactada por expertos acreditados en cada uno de los temas tratados y reúne la rigurosidad científica de la medicina basada en la evidencia, al tiempo que su forma y sus términos son comprensible para los padres o responsables de los niños. A ello se une la ventaja de poder suscribirse a su "boletín de novedades", lo que permite recibir de forma puntual los nuevos contenidos en su correo electrónico.

Este su aprendiz de escribidor dominical, que nunca les ha ocultado su trasfondo médico (véase Faro de Vigo, 12.10.2014), no con afanes competitivos sino con fines de divulgación, les cuela de cuando en cuando temas pediátricos. En unos casos para desmontar mitos de las gentes y en otros de los propios profesionales, ambos muy variados y tristemente vigentes (Faro de Vigo, 28.06.2015 y 05.07.2015). Pero es que hay que tener presente, por un lado, la irreflexiva ignorancia de mucha gente -que se deja influenciar por los intereses crematísticos de las "medicinas alternativas"- y, por otro lado, que como reflexionaba John Mandrola: "el médico no siempre tiene la razón" (Faro de Vigo, 27.09.2015). El médico ha de basar su actuación en la información científica actualizada y contrastada, a la que ha de sumar su propia experiencia, cuanto más larga e intensa mejor. Después ha de trasladar toda la información a los pacientes, a los que ha de ayudar a tomar la decisión que más les conviene. Aun así, pensar que todo está controlado es pura quimera. Textualmente afirmé en estas páginas: "Tenemos a dos niños enfermos con el mismo problema. Empeñamos con los dos la máxima dedicación y lo mejor que sabemos en ese momento. Uno se muere y el otro vive. Esta es la realidad dura e innegable. Los resultados obtenidos con las decisiones tomadas están, en una buena parte fuera de nuestro control. Mas, si no se hubiese hecho nada, ambos niños se hubiesen muerto".

A través de mis sueltos intentaré hacer un resumen para andar por casa de alguno de los artículos pediátricos leídos en este primer semestre de 2016 que pueden tener interés a nivel de divulgación. Al hacerlo uno parte del convencimiento de que es imposible, dada la magnitud y la transcendencia de lo que se publica cada mes, leerlo todo. Para obviarlo existen buenos recursos web, con acceso abierto y gratuito, entre las que ya le he citado más de una vez Medscape Pediatrics (versión personalizada de la Biblioteca Nacional Medline) o a Evidencias en Pediatría (revista electrónica de la AEP). Comencemos hoy por dos de ellos, más días habrá para comentar otros contenidos.

Prevención de la toxicidad del plomo en niños. El Consejo de Salud Ambiental de la Academia Americana de Pediatría (AAP) ha hecho una nueva declaración sobre la toxicidad del plomo en la infancia, la gravedad de riesgos reales que conlleva y la necesidad de su prevención (Pediatrics. junio de 2016; 138-1). El comunicado advierte que ninguna concentración de plomo en sangre se considera segura, si bien es justo admitir que los niveles de plomo en sangre en los niños estadounidenses han disminuido drásticamente durante los últimas cuatro décadas. Aún así, en la última encuesta verificada el 2,6% de los niños en edad preescolar tenia niveles de plomo peligrosos para la salud (5 mcg/dl o más).

El riesgo de la exposición al plomo es mayor en los dos primeros años de vida, con la particularidad de que la afectación neurológica e intelectual que provoca es permanente, y que no existen tratamientos eficaces. El autor principal del comunicado, el profesor Bruce Perrin Lanphear, en declaraciones a Medscape, afirmó: "La exposición al plomo todavía es responsable de la pérdida de 24 millones de puntos de cociente intelectual y uno de cada cinco casos de hiperactividad en niños de Estados Unidos [?] El plomo ha sido eliminado o prohibido en la gasolina, pintura y las tuberías de agua, pero los niños siguen expuestos al plomo que queda en su entorno, sobre todo en la pintura, polvo, tierra y agua, y alrededor de sus hogares". Las fuentes de intoxicación por plomo son múltiples. De la totalidad, el plomo del polvo de ambiental supone casi el 40%, seguido por el plomo de agua en casi un 20%.

Los pediatras están bien preparados para hacer el diagnóstico de aquellos niños intoxicados que tienen manifestaciones clínicas, pero a través de sus cuestionarios no detectan los niños asintomáticos con concentraciones elevadas de plomo en sangre, cuyo riesgo es enorme. Lo único que pueden hacer es asesorar a las familias que ocupan viviendas antiguas no renovadas y dar alertas y recomendaciones sanitarias.

¿Y cuál es la situación en España? Solamente existen estudios parciales. El que les escribe dirigió uno de ellos en 1980. Para ello formó un grupo de trabajo en el Departamento de Pediatría de Ourense, que encabezaba la pediatra Berta Collarte. Motivó la investigación el ingreso, en poco tiempo, de varios niños con intoxicación grave por plomo. Se imponía saber, con carácter urgente, cuántos sufrían la intoxicación plúmbica y cuáles eran las fuentes de contaminación. Los resultados fueron alarmantes y nos apabullaron. Cerca del 30% de los niños seleccionados al azar tenían niveles de plomo en sangre que se consideraban de riesgo. Algunos de ellos ya presentaban alteraciones cognitivas no advertidas ni relacionadas hasta ese momento con el saturnismo. Las cifras de plomo detectado en el agua de bebida de los domicilios sobrepasaban los niveles tolerables en el 65% de las muestras. Sin embargo, el agua en sus puntos de origen y en trazado de la red de abastecimiento, mostraban niveles tolerables para la salud. Las determinaciones elevadas de plomo en el agua de traída se correspondían a casas antiguas en las que las tuberías empleadas eran de plomo. El estudio fue galardonado con el "Premio Nacional de Pediatría Social".

Los resultados fueron comunicados a las autoridades competentes sin que se tomase ninguna medida. Estudios posteriores realizados en Galicia ratificaron nuestros hallazgos. En EEUU se prohibió en 1960 el empleo de cañerías de plomo en las viviendas. Hasta 2002 la normativa europea no obligó a eliminar las tuberías de plomo en los establecimientos públicos. Lamentablemente, en 2016 todavía existen viviendas particulares en que las tuberías no han sido reemplazadas. A este origen de impregnación se suman muchas otras fuentes. Los profesionales y las autoridades sanitarias deben de realizar cribados al azar de concentraciones de plomo en sangre, sobre todo en niños y en mujeres embarazadas, así como evaluaciones de viviendas antiguas. Los pediatras deben estar sensibilizados con determinados signos y síntomas compatibles con el envenenamiento y descartarlo. El problema aún existe.

Un recuerdo emocionado y agradecido para nuestro querido amigo, el empresario y constructor don Guillermo Collarte, cuya colaboración y conocimientos, en el trabajo de campo, fueron imprescindibles para que la investigación de su hija Berta pudiese realizarse.

Los repelentes de insectos y el virus Zika. Con la llegada del verano, las vacaciones y los desplazamientos a otros países, se incrementa el interés sobre cuáles son los mejores repelentes de insectos. Los pediatras y otros profesionales de la salud somos interrogados sobre cuáles son los más apropiados para cada edad, circunstancia y localización geográfica. La preocupación se ha incrementado con la detección del virus Zika en Brasil, en mayo 2016. La inquietud desencadenada no es para menos, ya que la Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia para la salud pública internacional. El virus Zika se transmite a los humanos por la picadura de dos tipos de mosquitos portadores de la enfermedad, Aedes aegypti y Aedes Albopictus. La infección se está esparciendo rápidamente en Sudamérica, Centroamérica, el Caribe, e incluso Estados Unidos. El período de incubación es de pocos días. La enfermedad puede durar hasta una semana, con síntomas, que son usualmente leves, como fiebre, erupciones, dolor en las articulaciones y ojos enrojecidos. Pero es especialmente peligroso para las mujeres en edad de concebir que estén embarazadas o consideren que pueden quedarse, debido a que la enfermedad por Zika ha sido relacionado con malformaciones fetales que amenazan la vida, incluyendo la microcefalia, un grave defecto congénito que causa una cabeza anormalmente pequeña y un desarrollo incompleto del cerebro.

No hay ninguna vacuna ni medicamento disponible para prevenir la infección por Zika. Lo único que podemos hacer es reducir al mínimo las picaduras de mosquitos. Para ello hay que recurrir a las medidas comunes: uso de camisas de manga larga y pantalones largos, mantener las ventanas cerradas o con mallas para evitar que los mosquitos entren a la casa y el uso de repelentes de insectos. Las mujeres gestantes o que estén contemplando quedar embarazadas deben retrasar sus viajes a aquellas regiones donde están ocurriendo los brotes de Zika.

Los repelentes son substancias que se aplican sobre la piel para ahuyentar a los insectos, no los mata ni los envenena y por ello no afectan al equilibrio ecológico. Han demostrado ser seguros y eficaces y también se consideran seguros en las mujeres embarazadas y lactantes. Además, la mayoría de ellos se consideran seguros para los niños de 2 meses de edad o más. Para los niños menores de 2 meses, un portabebés puede ser cubierto con una malla para proteger contra los mosquitos. Los repelentes contienen distintos principios activos: dietil toluamida (DEET), icaridin o picaridina, aceite de citronela, aceite de eucalipto, aminopropianato de etilo? Cada uno tiene sus indicaciones, características, contraindicaciones y formas comerciales de presentación. Antes de adquirir uno determinado, deben informarse a través de su médico y/o su farmacéutico.

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