En febrero Mariano Rajoy, era nombrado "non grato" en su ciudad a propuesta de Marea y PSOE y el apoyo del BNG por la prórroga a Ence. Cuatro meses después, el PP puede presumir de reverdecer viejos laureles electorales en Pontevedra y convertir el resultado de ayer en la victoria "más grata". Las dos formaciones que propiciaron aquel acuerdo mantienen en estas elecciones un nivel de apoyo aceptable (con más de 10.000 votos cada uno), lo que deja al BNG de Lores en una situación aún más precaria, con tres fuertes enemigos a las puertas y una evidente debilidad propia. Sacar solo 2.446 votos y perder otro 23% de apoyos con un edil como cabeza de lista debería llevar al BNG a pensar en cambiar, al menos, su estrategia municipal.
