Los datos electorales muestran la contundencia del éxito electoral del Partido Popular, y convierten a la provincia en su gran bastión de apoyos, que en está ocasión se situó en el 50%, superando en cinco puntos el objetivo que se había marcado su presidente, Manuel Baltar. La euforia estaba justificada, sobre todo por haber ganado en 87 de los 92 concellos y por recuperar el tercer diputado.