Fue una hora y media que transcurrió veloz, elevándonos hacia la belleza a través del fluir del verso. ¡Y Sabela, cómo estaba la viguesa Sabela Hermida, cómo versificaba! Llenó el sábado en el auditorio de Afundación para ver "Tres flamencos y 1000 versos", y mucha gente conocida que aplaudió al final en pie como el presidente de la RAG, Alonso Montero, profesores de Filosofía como Emilio García Bonome o Amparo Villar, de Literatura como Inma López Silva, pintores como Antón Pulido, periodistas como González Martín, músicos como Carlos Núñez, historiadores como García Alén, actrices como Ángeles Prieto y hasta militares como el general Ferreiro... Vivimos con Quevedo o Celaya, Alberti o Max Aub, Rosalía o Blas de Otero, Ángela Figuera o Panero... un canto rabioso de amor a España a través de poemas del siglo XX, pero que en estos tiempos del XXI vuelven a ser oportunos, clarividentes. Sutil el concepto, las ideas al galope del verso, y hermoso el espectáculo, con el magnífico cantaor Antorrín Heredia, el violín de Pavel Sakuta, la guitarra de Antonio Reyes, el baile flamenco de Juan Ramírez y el recital de la actriz Sabela Hermida que, siendo viguesa, se nos fue a Madrid por amor a las tablas.

¡Ah, sábado sabadete!

Vaya sábado el pasado. De noche este recital, de tarde en el local The Piston (Elduayen, 17) de Juan Varela entre tablas de surf y viendo actuar en su escaparate a los Kings of the Beach (¡seleccionados para Benicassim!). Casi al tiempo, esa tarde en la Plaza de la Constitución vimos un flashmob de baile andaluz que anunciaba la Feria de Abril que se inaugura el jueves en el puerto vigués pero, por la mañana ¿qué pasó por la mañana del sábado sabadete?

Vigo a pie, historia y gastro

Por la mañana tuvimos a Pablo Mariño, director de Bluscus, guiando la primera ruta gastrohistórica por el Casco Viejo de Vigo. El objetivo de esta ruta es dar conocer al visitante la importancia que tuvo el mar en el desarrollo de la ciudad y en la evolución de su gastronomía. Comenzó a las 11 en la estación marítima, donde Belén Quinteiro, guía profesional, explicó la importancia que tuvo el puerto de Vigo en la emigración. La ruta continuó por las calles del Casco Vello y, en Cesteiros, uno de los últimos artesanos, Antonio Suárez les explicó la razón de esa calle. Y la gastronomía, claro. La primera parada fue Latabarra, local de Sandra Barreras en el que se apuesta por la conserva. La Taberna A Mina vino después con sus mejillones, berberechos o "caramuxos"... Si queréis repetir o saber más, www.bluscus.com.

Y los últimos del Cable Inglés

Y el otro día hablamos de James Skinner y dijimos que era el último superviviente de los trabajadores de El CableInglés, ¡qué va! Debí haber dicho uno de los últimos porque gracias a los dioses tenemos entre los ingleses a John Staton (cuya mujer llamó con buen humor diciendo que ella no estaba viuda) y, entre los españoles, a Luis Otero, a Humberto Albino García (que fue el último que lo cerró en 1970 como vigilante), a Fernando Merino, Antonio Vázquez, Francisco Barcia y Álvaro Padín, al menos. Y a lo mejor aparece alguno más. Lo que cambia un singular por un plural.