Y mientras tanto, las asociaciones que tienen relación (en teoría) con la economía local, siguen dormidas. ACIMA, que tiene el récord de organización de fiestas gastronómicas (cigala, bacaladilla, berza, "galo quirico", el otro "galo", cerveza, calcotada catalana, etc. etc.) no ha dicho esta boca es mía y Estrela de Marín que es, en teoría, la que debería expresar el rechazo a las intenciones de López Veiga defendiendo los intereses de la economía marinense que le va mucho a sus asociados, tampoco ha tenido tiempo de decir ni "mú". Y no digamos tantos otros colectivos que presumen de estar para, precisamente, defender los intereses de Marín y de su puerto. Falta que alguna se haya molestado en expresar una queja o un apoyo firme al puerto en un momento en que se juega mucho porque la llegada de un gigante de la navegación origina una expectativa sin precedentes que, aunque sea a modo de prueba, tiene para Marín y para la zona de influencia del Puerto una gran transcendencia de cara al futuro, aunque la operatividad de estas empresas en los puertos están sujetas a un continuo cambio de ubicación por sus intereses económicos.¿Hay aquí asociaciones?