La existencia de disparidades notables en el desarrollo económico es la norma y no la excepción en el Mundo. Galicia se sitúa en la primera. La actividad económica tiende a concentrarse en torno a las siete ciudades y algunas villas; tendencia que preocupa con razón. El abandono del rural gallego está teniendo consecuencias en muchos frentes: incendios forestales, desaprovechamiento de recursos naturales, deterioro del paisaje, pérdidas etnográficas? Por eso hay que pensar y actuar de forma compensatoria. Pero ese reequilibrio territorial no puede pretender reproducir los procesos de desarrollo urbanos o sus palancas productivas.

Y sin embargo, existe hoy un margen notable para hacer las cosas de forma distinta y garantizar así que no se deserticen amplias áreas del territorio. Toca pensar en esa estrategia global. Una estrategia que debe aprender de iniciativas emprendedoras que están funcionando y que marcan la senda. Bastan dos ejemplos que resultan particularmente gratificantes y que aconsejo explorar: Casa Grande de Xanceda, granja dedicada a la elaboración de lácteos de alta gama; y a Casa do Patrón, en Lalín, iniciativa que combina cultura, gastronomía y naturaleza.

Lo bueno de ambas, y otras muchas que nos podemos encontrar a lo ancho de la geografía gallega, es que demuestran que otra Galicia interior es posible.

*Director de GEN (Universidade de Vigo)

@SantiagoLagoP