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La semana de A Ferrería

Con políticos como estos quien necesita enemigos

Una gran noticia ha sacudido a la comarca. La mayor naviera del mundo operará en Marín en el plazo de poco más de un mes, y eso a pesar de los políticos. Como contraste, otra mala, el sector marisquero está en crisis por la alta contaminación de la ría y la causa no es otra que la mala gestión de las administraciones públicas, Xunta y concellos.

La llegada de Maersk supone un espaldarazo al Puerto y, sobre todo, al empleo y a la actividad económica, por eso se comprende aún menos que haya formaciones políticas críticas con la gestión de la rada marinense, por sus rellenos. Son incapaces de darse cuenta de que sin este motor económico, en cuyo recinto se ubican 137 empresas, la economía de esta comarca se iría al garete.

En cambio, se les llena la boca hablando de lo importante que es la ría para la actividad marisquera y para el turismo y resulta que su alta contaminación por vertidos de aguas residuales procedentes de los núcleos de población, provoca la condena de la Unión Europea que viene alertando de este problema para la salud desde hace doce años sin que nuestros gobernantes hayan hecho nada. Los mariscadores anuncian movilizaciones cansados ya de padecer una ría contaminada, en donde la captura de molusco es cada vez menor y donde la catalogación de zona C se extiende de Placeres a bancos marisqueros de Poio.

Por si no fuera suficiente, esta semana hemos conocido que se han suspendido pruebas médicas en el Complejo Hospitalario de Pontevedra al fallar los dos TAC y la máquina de telemando que realiza las pruebas de tránsito intestinal. La toma de decisiones irresponsables a lo largo de más de una década nos ha llevado a esta dantesca situación.

Quienes nos han gobernado se han pasado los años en estériles debates hablando de grandes proyectos hospitalarios como el de Monte Carrasco y desatendiendo lo que ya hay. La consecuencia, que los pacientes del CHOP sufren demoras en el tratamiento de su enfermedad por las deficiencias graves en unos edificios necesitados de reformas, o incluso del cierre como es el caso del hospital Provincial.

El asunto es serio y la irresponsabilidad es máxima. Los políticos, desde el año 2000 llevan mareando la perdiz, primero con la reforma de Montecelo y después con el proyecto del nuevo hospital de Monte Carrasco que según fijó el gobierno de Feijóo, debería estar concluido en 2014. Al final ni una cosa, ni la otra. Bueno, han logrado hacer la maqueta del nuevo hospital y los accesos por Marcón.

Menos mal que nos queda el eficiente personal del CHOP, que hace más llevadero el sufrimiento de los enfermos. Porque muchas de estas historias encierran un drama. El área sanitaria de Pontevedra no se merce estos gestores. Con políticos como estos quien necesita enemigos.

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