Hace años que te sigo, mucho antes de tus primeras apariciones en La Sexta. Cuando veía Fort Apache en mi ordenador, muchas veces me preguntaba por qué no había programas así en televisión. Siempre me gustó tu estilo. Un azote a la injusticia social que resultaba sin duda necesario. Me emocioné con el 15M, lo viví en Barcelona. La plaza de Catalunya era un hervidero, aunque reconozco que me hubiera gustado estar en la Puerta del Sol de Madrid.

Cuando anunciaste el nacimiento de Podemos fui de los primeros en acudir a la cita. Me sedujo mucho la idea de una democracia participativa. Soy consciente de que para que un líder pueda dar un giro real a la izquierda necesita el respaldo popular. Solo así puede enfrentarse a los poderes fácticos. Te admiro Pablo y te considero un Valiente, con mayúsculas. Sin embargo te escribo para expresar mi decepción como gallego. Decepción no con lo que representa Podemos pero sí con la cúpula estatal.

Considero que quitarle las herramientas al SG gallego es antidemocrático. Un SG democráticamente elegido no puede ser autoritariamente desposeído de sus funciones. Rectificar es de sabios. La dignidad de los gallegos está herida. ¿Harías lo mismo con el SG de Madrid? ¿Lo consentirían los madrileños?

Es posible que el SG gallego haya cometido errores, pero también hay cauces reglamentarios y democráticos para solventarlos. No me parece aceptable convocar elecciones a SG gallego de este modo. Y menos a consecuencia de un manejo impresentable para tumbar el CCA. El SG gallego ni tiene expediente disciplinario ni hay abierto un proceso revocatorio contra él. Por tanto está legítimamente en funciones por el periodo para el que fue elegido. Es decir 3 años. Y solo lleva uno en ejercicio.

También me parece éticamente reprobable por parte de Carmen Santos y Ángela Rodríguez presentarse como candidatas en estas circunstancias.

Sé que ahora mismo no hay secretario de organización, hasta que lo sea Echenique a partir del 2 de abril. Por tanto creo que este tema le compete al secretario general. Es decir a ti.

Por eso te digo que si defendemos la democracia participativa de puertas afuera hay que dar ejemplo de puertas adentro. En el Consejo Ciudadano (CC) de Galicia ha habido un manejo. Cuando dimite un diputado le sustituye el siguiente en la lista. Pero cuando dimite un miembro del CC no hay recambio. Por tanto no es ético dimitir en grupo para tumbar al consejo, y menos aún como consecuencia de perder una votación. Solo es aceptable dimitir en circunstancias personales muy excepcionales. Una vía adecuada para sustituir al SG es iniciar un proceso de revocación. También es legítimo presentarse como candidato cuando la convocatoria es reglamentaria y democrática. En este caso no es así. Aceptarlo supone una incoherencia: la de predicar la democracia y sostener el caudillismo. Las candidatas dimisionarias, Ángela Rodríguez y Carmen Santos, son ahora candidatas. ¿No es esto sospechoso?

Martín Rey Pereiras