No me lo explico -le dice Cruck a su vecina de formación Crack, sin dejar de batir alas- ¿te das cuenta de que son miles y miles, van casi pegados a enorme velocidad y no se tocan?, es cómo si estuvieran programados, pero al parecer vive cada uno a su manera, y se pasan la vida dándose razones para ser cada uno distinto. Es un misterio de la naturaleza, Cruck -responde Crack- debe de haber algo que los hace moverse así, no sé, puede ser un fluido unificante. Pero bueno, Crack, tu siempre con esas ideas místicas, será sólo la fuerza de la costumbre entre ellos, además ten en cuenta que van todos por un camino cerrado por los lados. Más difícil todavía que no se toquen -dice Crack a Cruck, que siguen volando con el resto de la bandada de estorninos, subiendo y bajando, formando dibujos cambiantes en el aire, mientras bajo ellos avanza la cinta interminable de coches por la autopista.
