El resurgir de Peinador se ha convertido en un asunto de profunda preocupación y temor para Oporto y su aeropuerto. De nuevo, el alcalde Rui Moreira lanza un brutal ataque a Vigo y a su terminal en su particular guerra con la aerolínea portuguesa TAP, tras su decisión de abrir una ruta entre la ciudad olívica y Lisboa.
¿A qué viene tanto miedo? ¿Qué teme ahora Rui Moreira de Vigo y Peinador, si tanto nos menosprecia y dice que apenas reúne condiciones? Será que constata el crecimiento imparable de la terminal viguesa, el de mayor volumen porcentual de pasajeros de la Península, y la apertura de nuevas rutas. Meses atrás, el sur de Galicia era el gran nicho de viajeros del que se aprovechaba y a costa del cual crecía el aeródromo de Sá Carneiro, gracias al regadío de aportaciones públicas que recibía y a la desidia de la Xunta que tenía maniatado a Peinador mientras insuflaba ayudas millonarias a las terminales del norte gallego. A ello habría que unir una ceguera de la administración autonómica, que no ha sabido ver que Peinador era la terminal que por su situación geográfica es el centro de la Eurorregión y la terminal con más potencialidades para convertirse en el gran aeropuerto del Noroeste español.
Y todo esto con un PP local cautivo y servil a las tesis de San Caetano. Qué pena que permaneciese callado y sumiso mientras se regaban con ayudas los vuelos en el norte, las mismas que se le denegaban a Peinador. Callado y sumiso, también, mientras el entonces alcalde popular Carlos Negreira inflaba de ayudas al aeródromo coruñés para quitarle vuelos a Vigo, con la complicidad de la corte jacobea, que se encogía de hombros y miraba para otro lado. Qué lástima que los populares locales hubieran sido tan sumisos durante tanto tiempo.
Ha tenido que llegarse a este punto de ataques brutales desde la Alcaldía de Oporto a Vigo, para que, por fin, el nuevo PP vigués reconozca que Peinador "debe de ser el gran aeropuerto de la Eurorregión". ¡Eureka! Tarde piaches, pero bienvenido sea el nuevo discurso. Pero puestos a hacerlo creíble, ya es hora de que la corte jacobea empiece a demostrarlo con hechos, no vaya a ser que todo se quede en papel mojado.
