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Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

Las dudas

Así que, ahora que Ciudadanos ya es como los "viejos" partidos y donde dijo digo dice Diego -y por tanto es previsible que se le acabe la bula-, quizá sea momento para alguna reflexión. Y no tanto porque la posibilidad de que su acuerdo con el PSOE llegue muy lejos, que ya se verá, sino porque habrán de justificar -ambos y al detalle- su cambio y cómo piensan llevar adelante algunas de las propuestas que han firmado. Y eso es harina de otro costal.

(No se cuenta, conste, en ese acuerdo la bochornosa distinción entre imputados por el fiscal, que aceptan, o por los jueces, que rechazan, porque además de cargarse algún que otro principio constitucional -el de la presunción de inocencia sin ir más lejos-, podría ocultar un cierto temor a disminuir ahora o en el futuro sus posibilidades de presentar listas en todas partes por falta de personal. Y, aparte, es un indicio -adaptado- del refrán de que quien hace el pacto hace la trampa.)

Dicho eso es preciso, al menos para reflexionar ante lo que pueda venir, acerca de a dónde llegará la sociedad recién constituida. Y si pasa la investidura para llevar adelante los términos del acuerdo habrán de sumar al PP en las reformas claves, porque las gentes del PP cuentan hoy con minoría de bloqueo en el Congreso y la absoluta en el Senado. E ir contra eso sería un golpe contra la Constitución casi "a la catalana".

Sin la menor intención de reducir la importancia de lo ocurrido -que en unos pocos días quedará aún más claro-, es lo cierto que pareció sobre todo el inicio de otra campaña electoral de ambos firmantes para presentarse a ellas contra PP y Podemos como los "únicos" a los que interesó una solución pese a que ya sabían que era aritméticamente imposible.

Dicho eso, y aunque caben otras opiniones, resulta obvio que habrán de explicarle a la ciudadanía qué harán, por ejemplo, con el AVE a Galicia -asunto en el que aquí ya no se admiten más bromas, y no es cuestión de solidaridad sino de justicia a la que se opone Ciudadanos- o cómo se las arreglarán para liquidar las Diputaciones. Asunto que el PSOE y la izquierda defendían hasta que en mayo/15 lograron bastantes gobiernos provinciales y se bajaron de la burra.

O sea, que el tinglado está lleno de dudas e incógnitas. Porque ninguno de los firmantes se refiere a dos de las mayores: qué pasará si se va Rajoy por el bien de su partido, y dónde se quedará Sánchez en esa hipótesis. Porque aquí casi todo quisque habla del "bien de España" y aplica como le place los votos de cada cual, pero a la hora de la verdad piden que se sacrifiquen otros. Y ya está bien de coplas. ¿Eh...?

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