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tRIBUNA LIBRE

Nudo Gordiano

Se llamó nudo gordiano a aquel con que Gordio, rey de Frigia (antigua región de Asia Menor), ató su yugo a la lanza de su carro. Y cuentan que Alejandro Magno fue llamado para ver si era capaz de desatarlo. Ante la imposibilidad de hacerlo, desenvainó su espada y dijo: "Tanto monta cortar como desatar".

Y de un tajo cortó el nudo, convirtiéndose así, según la profecía, en el futuro conquistador de Asia. El nudo gordiano pasó a la historia como aquel nudo imposible de desatar.

El pasado día 4, Pedro Sánchez se reunió con Albert Rivera para negociar un posible pacto de legislatura. Ambos quedaron, de momento, en la predisposición a un acuerdo. Trataron sobre los contenidos de cinco ejes fundamentales: Políticas sociales y desempleo, Regeneración democrática, Economía y política fiscal, Reforma constitucional y, finalmente, Europa y política exterior.

Rivera puso dos condiciones: exige que el PP esté en el pacto y no avalará un gobierno en el que esté Podemos. Además asume la tarea de convencer a Rajoy para que no sea un obstáculo a la investidura de Pedro Sánchez, buscando la coincidencia en grandes temas de Estado: Pacto antiterrorista, Reto independentista, Posición de España en Europa y negociación frente a la exigencia de recortar 10.000 millones de los presupuestos de 2016.

El día 5, Pablo Iglesias, le dice a Pedro Sánchez que tiene que escoger pareja de baile: optar a izquierda, formando un gobierno de progreso, o a derecha, decantándose por el inmovilismo. Las dos opciones no son posibles. Si se inclina por la primera, debe formar un Ejecutivo que mire por las mayorías sociales, integrado por el PSOE, Podemos con sus confluencias e Izquierda Unida. El reparto de carteras será proporcional a los apoyos recibidos. La Presidencia para el PSOE y la Vicepresidencia para Podemos. Se compromete además a presentar un documento programático para negociar. Si se logra un acuerdo, Pablo Iglesias promete lealtad. De inclinarse por la segunda opción, ni por activa ni por pasiva obtendría el apoyo de Podemos. De momento, puertas abiertas y manos tendidas.

La posición del PP es no propiciar la investidura de ningún candidato, salvo el suyo, a pesar de que Rajoy se quedara en el burladero, sin atreverse a torear. Mariano dice que intentará la investidura si el PSOE fracasa en sus pactos. Pero no parece que pueda obtener los apoyos necesarios. Por ello es probable que el PP modifique su postura, ya que Pedro Sánchez tiene posibilidades de contar con la confianza de la Cámara. Estamos ya en el postmarianismo, y empiezan a saberlo. Para los populares es ahora más importante desplazar a Podemos de un posible Ejecutivo que seguir manteniendo sus posiciones.

El camino para la investidura de Pedro Sánchez está abierto, a izquierda y a derecha, con una propuesta de programa al gusto de todos. Ante la oferta de negociación de Pablo Iglesias, ofrece diálogo plural y abierto. Y dice no asustarle un gobierno con Podemos siempre que se garantice la estabilidad. Se niega, a su vez, a pedir el voto a independentistas, a pesar de que Iglesias pueda ejercer un papel mediador, y mantiene con Ciudadanos las puertas abiertas, rechazando pedir el apoyo del PP.

Podemos y Ciudadanos siguen repitiendo que un acuerdo con ambos a la vez es impensable. Pero, ¿quién se echa a un lado?

Es el momento de cortar o desatar. Pedro Sánchez puede convertirse en el presidente de Gobierno. Pero, frente al nudo gordiano que tiene ante sí, recordarle con Alonso Quijano: "Las grandes hazañas para los grandes hombres están guardadas".

*Miembro del Ateneo Estradense y del Círculo de Podemos

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