El alcalde de Oporto tiene derecho a patalear, bramar y boicotear a TAP. Es libre de poner el grito en el cielo por lo que él considera un agravio. ¡Vigo sí tiene experiencia en agravios aeroportuarios! Pero justificados. Daños que dejaron a su aeropuerto moribundo por los millones de ayudas a Lavacolla y Sá Carneiro. TAP no recibe aquí ni un duro. Ni uno. Abre el Vigo-Lisboa por demanda. Se impone la ley del mercado, no del talonario. ¿No era eso lo que pedían en Oporto? ¿No era el mercado el que tenía que regular? Pero Moreira erre que erre pidiendo que se cancele el vuelo de Peinador.