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tRIBUNA LIBRE Decisión clave para el futuro de la ría · Debate en la UE

Ence, visión de futuro

La decisión de prorrogar la continuidad de Ence en Galicia durante 60 años más es, sin duda alguna, la mejor noticia que ha recibido el sector forestal y la industria de la madera en los últimos años. Por una parte, la decisión de la Administración central aporta seguridad jurídica para la empresa, pero también para miles de empresas y familias gallegas que pueden planificar su futuro con seguridad y optimismo, al eliminar incertidumbres y dudas sobre el desarrollo de su actividad económica.

Por otra parte, la ampliación de la concesión supondrá una inyección económica en el sector forestal, no solo por las inversiones que Ence ha comprometido en sus instalaciones, sino por la apuesta para generar y obtener materia prima necesaria que atienda el proceso productivo de la factoría.

A partir de ahora se abre un nuevo ciclo en el sector primario en Galicia que permitirá realizar una apuesta rentable por la economía sostenible y que beneficiará al conjunto de la sociedad. El rural gallego puede optimizar la silvicultura, al contar con una industria tractora que garantiza la demanda de madera, lo que contribuirá a hacer rentable el monte.

Además, la actividad económica del sector forestal es uno de los factores que más influye en la lucha contra el cambio climático, ya que el monte se gestiona con criterios de preservación y repoblación. A modo de ejemplo, basta analizar las comarcas que producen madera para Ence, que cuentan con un monte ordenado y una silvicultura productiva. El impacto de los incendios forestales en ellas es menor que en el resto del territorio. Sería deseable que la ordenación del monte, la selvicultura y la gestión forestal sostenible se extendiese al resto del territorio forestal.

Superar el pasado

En los últimos lustros, a Ence se la ha juzgado más por el pasado que por su presente y su futuro. Algunos dirigentes políticos y sociales reclamaban su cierre con reproches de lo que pasó en otros tiempos, sin demasiado rigor, sin reflexionar sobre su relevancia en la economía gallega. Estos políticos deberían liderar la defensa de una industria que genera riqueza en Pontevedra y en Galicia, desde un compromiso con la sostenibilidad.

La pasta de papel es uno de los productos de la madera que más ha crecido durante la crisis. Ence es uno de los músculos estratégicos para el desarrollo del sector forestal en Galicia. Es una realidad constatable en los montes y en la cadena de valor de la madera.

Actualmente, no existe una compañía con el músculo necesario para absorber la demanda de materia prima de Ence. El 50% de los 7,4 millones de metros cúbicos de madera que se cortan en Galicia son de eucalipto y su principal destino es la pasta. Cada año 70.000 familias perciben más de 120 millones de euros. Esta actividad genera empleo a más de 5.100 profesionales. Muchos son autónomos o micropymes que trabajan en el rural; otros son jóvenes con una formación universitaria forestal que han apostado por un sector primario.

La aportación de Ence al desarrollo del sector primario de Galicia no sólo se puede medir en el ámbito económico, sino también por su contribución a la innovación y la transferencia de conocimiento. Es un actor principal en la promoción de una selvicultura moderna y la gestión forestal sostenible. Junto con otras empresas está apoyando la gestión del pequeño propietario y contribuye a que las explotaciones forestales sean más competitivas. Es una de las principales empresas que impulsa la certificación forestal a través del Grupo Gallego de Certificación, bajo los dos principales sistemas internacionales (FSC o PEFC), además de investigar en mejora genética y desarrollar una lucha activa contra las plagas que asolan algunos cultivos forestales en Galicia.

Resulta difícil entender que algunas organizaciones políticas y sindicales defiendan los puestos de trabajo de otras industrias gallegas y no se dé el mismo trato a una industria papelera. Tal vez sea la miopía social, la falta de perspectiva a largo plazo o el desconocimiento lo que pueda explicar estos comportamientos.

Ence se instaló en Lourizán a principios de los años 60, en pleno proceso del desarrollismo industrial en España. Tal vez entonces, de acuerdo con las políticas vigentes, no se fue demasiado exigente con la preservación del medio ambiente. Eso pasaba en España y en todo el mundo desarrollado.

Esta situación ha cambiado radicalmente, la sociedad es más exigente y las empresas han minimizado su impacto medioambiental. En los países nórdicos, considerados como ejemplo de la apuesta por modelos de economía sostenible, cuentan con industrias a Ence y no discuten su necesidad, porque generan valor añadido a sus bosques.

En el caso de Ence, la adaptación al nuevo contexto social ha sido excelente, desde el punto de vista tecnológico y medioambiental, y es una de las factorías más modernas en su sector. En este nuevo escenario, la nueva Ence va a cumplir sobradamente con las exigencias ambientales y Pontevedra va a tener una empresa puntera a nivel europeo.

* Presidente de Confemadera Galicia

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