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Antonio Touriño

El mirador de Lobeira

Antonio Touriño

Un buen deseo: O Ramal para Vilagarcía

En plenas campañas navideña y electoral podría parecer hasta razonable pensar que el modelo de ciudad de Vilagarcía puede dar un giro de 180 grados si se cumplen una serie de requisitos, que no dejan de ser una utopía, una ilusión, un trampantojo.

A todo el mundo convence la idea que propone el alcalde Alberto Varela de incorporar a la ciudad la zona de O Ramal, que significaría una ampliación del parque de Miguel Hernández para uso de los vilagarcianos.

Recuperar este espacio para el pueblo sería toda una conquista para la ciudad aunque de la propiedad tenga el título el Puerto per secula seculorum.

Es una vieja aspiración y hubo ocasiones de cerrar este trato beneficioso para las dos administraciones, pues a partir de ese momento, el Ayuntamiento de Vilagarcía podría ocuparse de su mantenimiento.

Que la zona de O Ramal se incorpore a la trama urbana sería incluso positivo para catapultar de nuevo la playa urbana de A Concha, ahora que vuelve a buscarse un nuevo concepto para su promoción, tras el derribo del edificio del Centro de Interpretación de la Ría de Arousa (CIRA) que construyó el laureado arquitecto César Portela al que por cierto nadie consultó al respecto.

Con todo, es el mejor momento para promover la unión de todo este espacio y mejorar el frente marítimo, tan deteriorado a lo largo de los últimos años.

Pero el cántaro va tantas veces a la fuente que al final se rompe. Para que todo ello sea una realidad, debe producirse un vuelco electoral que mejore la afinidad política entre el actual alcalde socialista y el futuro gobierno del Estado.

Si a Alberto Varela le cuesta un riñón defender que el ambulatorio se traslade al edificio de la Casa del Mar, ¿cuánto más le puede costar convencer a Sagrario Franco de que ceda semejante espacio portuario?

Sin duda, pura entelequia. Quizás las vibraciones navideñas ayuden algo más a este objetivo. Pero, como queda dicho, no deja de ser pura ilusión y deseo de que Vilagarcía tenga el urbanismo que se merece.

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