Hoy escribo desde un escondite porque creo que anda detrás de mí sartén en mano Eva Lemos, la gentil mesonera del redondelano restaurante Lemos, por confundime y llamar a su negocio Vilas cuando el otro día escribí sobre los aperitivos que ella nos sirvió en el mismo. Perdona, Eva, corazón, pero es que luego nos fuimos al Consejo de Redondela a comer con Ángel Rodríguez "Ford", tomamos más de un grolo de vino y ya sabes que el zumo de la vid altera la conciencia. Entrañable comida la que tuvimos con Ángel, que con su hermano Pepe Rodríguez, cada uno en un frente pero los dos trabajadores indesmayables, internacionalizaron esas conservas Rodríguez Pascual "La Coca" que llevan en alto el nombre de Redondela por el mundo. Ambos redimensionaron esa fábrica que su padre Pepe abrió en 1951 en Cesantes, ante la playa, empezando con almejas y croques que distribuía con aquel Ford que debía de venir de la II Guerra Mundial o alrededores. Ángel es un tipo cordial, campechano,viajero a la fuerza por su trabajo, buen gastrónomo, que en la comida recordó con Emily Boullosa aquellos años felices de su infancia en que ambos, con la pandilla de Rande (Agustín "Chato", Manolo " Gato"...) se bañaban en aguas de Bruñido, "Punta Obispo, A Regasenda... hoy aterradas, y hasta cruzaban la ría a nado hasta A Calera, en Vilaboa. Ahora ni de coña, 40 años después.
Un poquito de meditación
Pero ¿qué tendrá este Gyetrul Jigme Rinpoche, maestro de meditación y filosofía budista, que tanto lo admira mi querida Concha Cobas , directora del centro vigués de yoga Rinchen Dawa? No solo ella sino otras como Mary Carmen Núñez o María Iciar Fernández me dicen, me insisten, que difunda a los 4 vientos que a las 8 de la tarde de hoy estará en el auditorio Areal (Areal, 46) para hablar del poder sanador de la meditación, y que tendrá un cursillo sobre tal materia el miércoles y jueves. Si os interesa, ahí tenéis a este lama, que entre otras obligaciones, tiene a su cargo dos monasterios, uno en India y otro en Nepal, con una comunidad monástica de 400 monjes.
De la materia de barros
Llegaba yo de tierras castellanas y, maleta en mano aún, se me acerca en la Puerta del Sol con la ceremonia que le caracteriza Carlos Vila, que me dice que no pierda la exposición de Ruth Noemí Lodeiro en la sala Apostrophe del centro Comercial Plaza Elíptica. Carlos, que tiene una sensibilidad especial, venía encantado de verla así que me enteré y supe que Ruth, hija del inolvidable pintor Lodeiro y por tanto de Victoria, que estudió Filología y Diseño de Moda, presenta con su "Materia de barros",escultura contemporánea donde los materiales usados son el barro, alambres y diferentes tipos de hilos. La muestra se organiza en series como "África", "Babel", "Ojos" "Vértebras"...Cada grupo va acompañado de un texto poético en los que se evidencia el egoísmo y la incomunicación de la sociedad actual; la manipulación y lo que no interesa ver; el despropósito consumista que aboca al hombre a ser alimento del olvido.
