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Antonio Touriño

el timón

Antonio Touriño

Tripas que rugen

Ponerle un caldo en mal estado a los niños o servirles solo arroz es una auténtica desvergüenza por parte de la concesionaria que por fin se queda sin el "suculento" contrato con el que se presentó al concurso de la Xunta. Pero no solo la empresa tiene que dar explicaciones a los padres de Rubiáns, de Carril, de Cuntis y de otros tantos sitios.

Los comedores escolares están supervisados por otras autoridades que solo reaccionan cuando ocurre un desastre como el de esta semana cuando tuvieron que retirar el primer plato a unos niños que seguro que han adelgazado en estos dos meses de curso. ¡Que vergüenza! Los profesores están ahí para algo. No solo de matemáticas o lengua, vive el niño. Y los directores, jefes de estudios y secretarios tienen que ver que los pequeños llegaban a las clases de la tarde con un hambre de perros. ¡Menuda supervisión! Los padres debieron actuar antes sin esperar dos meses a poner sobre la mesa una situación tercermundista como la causada por la dichosa empresa de Alhaurín de la Torre y su subcontrata gallega.

Que alguien tenía que haber enviado una pizza a los niños está más que claro. No hay derecho a que les hagan soportar semejante ayuno y que luego se les exija rendimiento académico. Pero qué decir de las autoridades locales y autonómicas ¿De verdad que no sabían nada? ¿Ni siquiera les llegó un rumor? ¿Nadie tiene un hijo al que le rugen las tripas al llegar a casa? Concejales, diputados, ¡pónganse las pilas!

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