El primer relato periodístico que existe sobre la Reconquista lo escribió un director de este periódico, José Carvajal Pereira, en el lejano 1854. Para justificar que lo que decía era cierto argumentaba: "Aún siguen entre nosotros algunos de los héroes que vivieron aquellos acontecimientos".
Siguiendo el símil, todavía viven entre nosotros lectores del FARO que recuerdan un viejo asunto que ahora acucia los españoles: el intento secesionista de Cataluña. Son pocos y nonagenarios, pero pueden aseverar que es una historia repetida.
Aunque quienes protagonizan la rebelión parecen ignorar un pasado en el que todos tienen un doble -presidente, partidos políticos, antisistema (antes los anarquistas), agentes sociales, opositores al Estatuto-; y que están copiando punto por punto lo que hicieron sus antecesores.
Entre las diferencias sobresale la actitud del Partido Socialista, que fue el principal opositor de los separatistas y ha entibiado su postura, desde que Maragall formó gobierno con Ezquerra Republicana.
Por lo demás, nada nuevo bajo el sol. El rompecabezas en el que los independentistas han enredado a los ciudadanos de este país es un calco de lo acontecido en el trienio republicano (1931-1934). Solo resulta novedoso para quienes se desinteresan por la historia.
También entonces se mantenía una actitud de tolerancia desde el resto de España, que no tenía correspondencia en Cataluña, donde se procedía por el expeditivo método de los hechos consumados.
Así, ya el 14 de abril de 1931, nada más ganar las elecciones locales, el jefe de Ezquerra, Francesc Maciá, salió al balcón del Ayuntamiento de la Generalitat para proclamarse presidente de la República catalana. Pero, a los pocos días, forzado por el Ejecutivo de Madrid, declinó. Y ahí comienza el proceso que tanto se parece a la actualidad. Los nonagenarios lectores de FARO pueden atestiguar las similitudes de antes y ahora. Les basta espigar unos cuantos titulares del centenar de ellos a modo de ejemplo.
| (27-9-1931) Maciá dice que si no se reaprueba el Estatuto, Cataluña estará frente a España y no habrá Gobierno posible.
| (24-1-32) En Barcelona han ido a la huelga algunos Sindicatos (tranvías, autobuses, el metropolitano). Companys asegura que todo lo que ocurre en Cataluña se debe a no estar implantado el Estatuto.
| (19- 6- 32) Las Juventudes Socialistas de Cataluña piden a las Cortes que se mantenga allí la Enseñanza en castellano, en todos los grados.
| (28-6-32) El diputado Algora, a su llegada a Zaragoza, fue aclamado por haber votado contra el Estatuto.
| (10-7-32) El ministro de Checoslovaquia devolvió un certificado que le enviaron de Barcelona escrito en catalán.
| (23 -7-32) Manifiesto de los catalanistas a la opinión internacional, en el que se habla de dos estados: el español y el catalán.
| (14-8-32) Se lee en el primer número de "La Nación catalana", órgano separatista: "nosotros queremos única y exclusivamente la República catalana".
| (27-9-32) Azaña hizo oficialmente entrega del Estatuto catalán en Barcelona.
| (5-10-34) Constituido el nuevo gobierno de Lerroux con 3 ministros de la Ceda.
| Ese día estalla una huelga general en España, que impide la salida de los periódicos, por lo que no queda constancia de lo que ocurre en Cataluña y Asturias, que sufren estallidos revolucionarios. El día 6 de octubre Companys, presidente de la Generalitat, tras la muerte de Maciá, proclama la República catalana.
FARO, como el resto de la prensa, reaparece el día 10 de octubre, una vez sofocada la huelga.
| (13-10-34) Los consejos de guerra de Barcelona han pedido trece penas de muerte.
| (14 -10-34) Companys y demás ex-consejeros de la Generalitat han sido puestos a disposición del Tribunal de Garantías.
| (16-10-34) "El Liberal" afirma que los cañones de Batet impusieron la Constitución en Cataluña.
| El 17 de noviembre, el abogado Isidoro Millán resume la situación en un artículo: "Fin de la aventura catalana". Escribe: "El decreto, que extingue la Generalidad y el Parlamento catalán, pone fin a una sombría y trágica aventura. No hay Gobierno mayoritario ni minoritario en Cataluña, ni nunca tuvo que haberlo. No hay más Parlamento que el elegido por la voluntad de todos los españoles, incluidos los catalanes, naturalmente".
La narración periodística de aquellos acontecimientos de hace ocho décadas figura, además de en la colección del FARO, en las hemerotecas de la época. Eran muchos los periódicos que se publicaban entonces aunque son pocos los que han sobrevivido. De hecho, de los varios que se editaban en Barcelona, solo queda "La Vanguardia".
Pero todos contienen una amplia información sobre el proceso catalán. Una relectura de sus páginas no sólo constituye un valiosos documento histórico sino una enseñanza.
Podría abrir los ojos a los protagonistas de la nueva secesión. Aunque para aprender de las experiencias ajenas hay que tener el don de la humildad y ser inteligente. A muchos, en concreto a los separatistas, les gusta meter la pata ellos mismos. Quieren ignorar que el final de esta historia ya está escrito.
