Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Se acabaron las soporíferas intervenciones

Casi 40 años estuve pendiente de los plenos municipales desde que llegó el nuevo tiempo democrático que cambió las cosas en las sesiones que, anteriormente, ya venían cocinadas y con el "sí señor" en la boca de todos. Cuando me llegó la jubilación me vi liberado de semejante función que no era otra que sentarme a las ocho de la tarde ante sus señorías los concejales y tragar una y otra hora de intervenciones muchas veces insoportables y cargadas de insulsa palabrería para repetir una y otra vez lo mismo que antes y tiro porque me toca. Desde hace tres años que no piso el salón de plenos y me entero de lo que allí dicen por los medios de comunicación que cubren los debates. Y, mira por donde, en el pleno del último miércoles se puso en marcha el sistema del cronómetro que marcan hacia atrás el tiempo que cada señoría tiene para expresar sus ideas, sus propuestas y sus peticiones. Un acierto de la alcaldesa que ya se pudo haber puesto en marcha treinta años atrás y nos hubiéramos ahorrado soporíferas sesiones capaces de aburrir a cualquiera e intervenciones insulsas por repetitivas y cansinas. Ahora se podrá ir a los plenos, supongo.

Compartir el artículo

stats