La presencia de Manuel Gesteiro Araújo (Lito) y de Mario Barreiro puso en la jornada el más alto nivel de emotividad. El primero, una leyenda del deporte marinense y el segundo, el entrenador de la Escuela Naval que se enfundaba el chandal para dirigir con eficacia y maestría los entrenamientos de los atletas buenos y "del batallón". Gesteiro es un ejemplo vivo de superación, de sacrificio y de orgullo humano propio. Le recordamos con su bicicleta a la que se le ponían dos grandes cestones atrás, repartiendo el pan que él mismo fabricaba con sus padres en el horno de la Banda del Río. Al terminar, los domingos iba a correr a las carreras y las ganaba porque era un portento físico. Luego se fue a Madrid, ya cumplidito de edad y allí trabajó y estudio bachiller, magisterio, y licenciatura de Geografía e Historia de la que es Doctor llegando a ser Catedrático. ¿Quién da más?. Ayer Lito nos dio la satisfacción de su presencia a pesar de sus actuales dificultades físicas y muchos hemos vuelto a sentir la admiración que se merece. También es cierto que él se empapó de su Marín del alma y no dejó en pocas horas ni un rincón sin recorrer. Hasta siempre, Lito.