El jueves pasado presenté junto a Xoaquín Fernández Leiceaga un análisis sobre los efectos fiscales de diversas soluciones a las tensiones independentistas en Cataluña. El documento se encuentra disponible en la web del Foro Económico de Galicia. Lo que me interesa en esta columna es hacer varias interpretaciones políticas de los resultados.
La primera es que la Comunidad Autónoma gallega ha estado bien tratada, en términos comparativos, por el sistema de financiación de régimen común. En su momento se negoció bien el coste efectivo de los traspasos competenciales; en las diversas rondas de negociación el envejecimiento y la dispersión han sido los factores de sobrecoste per cápita más tenidos en cuenta, aparte de la insularidad canaria; y la nivelación plena ha sido la norma del sistema, de iure hasta 2009, y de facto desde entonces.
La segunda es que es difícil pensar en mejorar en términos relativos; salvo que se consiguiese que las Comunidades forales contribuyan a la nivelación como les correspondería, incluso respetando el bloque constitucional. O de forma no incompatible, se arrancase un compromiso de revisión afondo del hoy moribundo Fondo de Compensación Interterritorial.
La tercera es que las soluciones a las tensiones territoriales que pasen por mejorar significativamente la financiación relativa de la Generalitat de Cataluña generarían de forma inmediata demandas similares desde Madrid, lo que provocaría un recorte sustancial en la nivelación global del sistema y Galicia perdería, porque su capacidad fiscal es menor que la media y sus necesidades de gasto per cápita son superiores. No obstante debe quedar claro que el grado de nivelación o redistribución interterritorial que hay en España no es la norma en los países federales. Solo Australia opta por lo mismo.
Y la cuarta es que al Conselleiro que le toque lidiar con la próxima negociación del sistema de financiación va a ser el que lo tenga más difícil en la historia de la autonomía. Mi intuición es que las tensiones independentistas se van a reconducir a una negociación sobre competencias y autonomía real, por un lado, y sobre financiación, por otro. Y todo lo que se acuerde con Cataluña en materia financiera tendrá influencia sobre los demás.
*Director de GEN (Universidade de Vigo)
@SantiagoLagoP
