Ocho segundos. Es el tiempo que tarda en abrirse el enlace de una noticia en Facebook mediante un teléfono móvil. Eso, en Estados Unidos. En España, diría que es algo más. Inaceptable, según los superejecutivos de la red social, que ya han dado con una solución. Está por ver si se consolida. Son los instant articles (artículos instantáneos), puestos en marcha el pasado día 13 gracias a un acuerdo con 5 cabeceras americanas (The New York Times, The Atlantic, NBC, Buzzfeed y National Geographic) y 4 europeas (The Guardian, BBC, Der Spiegel y Bild). El proyecto, en el que Facebook trabaja desde hace meses (Zuckerberg sostiene que su invento acabará siendo como un diario personalizado), debe ser el principio del fin de los enlaces en la red social. Estos eran productivos en los tiempos del ordenador, pero no lo son en la era de los dispositivos móviles, que suponen ya la forma de acceso a las redes sociales en más del 80 % de los casos. Los artículos instantáneos permiten alojar contenidos directamente en el muro. Las noticias aparecen como si de un post de un amigo se tratara, se despliegan al presionar y permiten un amplio abanico de posibilidades de enriquecimiento de la información: fotografías, vídeos, infografías, audios, comentarios? Y lo más importante: tardan diez veces menos en abrirse que los enlaces actuales. Una joya.

Pero una joya cuyo brillo puede dejar ciegos a los joyeros, que si se permite el símil, serían los productores de contenidos: los medios de comunicación. Incluso directivos de las compañías participantes han manifestado su preocupación por si la nueva herramienta de Facebook acaba perjudicando el viejo y empobrecido negocio de la prensa, ya que el consumo de noticias puede acabar desviado al gran muro, mientras las webs propias de las cabeceras adelgazan. ¿Compensa a los medios de comunicación ceder visitas a la red social? Es la gran pregunta. La firma de Zuckerberg les permite incluir publicidad y publirreportajes en los artículos instantáneos e incluso alguna de las grandes consultoras de medición del tránsito en la red ya ha dicho que concederá a los medios el generado por la nueva puerta.

¿Qué gana Facebook? Que los usuarios estén más tiempo en su página y, claro, una parte del beneficio comercial. Los medios de comunicación también ganan: cercanía con los lectores, un rejuvenecimiento de la audiencia... Evidentemente, está fuera de toda lógica cerrar las puertas al nuevo mundo que representan las redes sociales -las grandes cabeceras calculan que el 60 % del tráfico de noticias llega ya por referencias en la red social-, pero no estaría de más evitar repetir errores pasados, como cuando se decidió regalar las noticias en internet. No vaya a ser que el tráfico de noticias se vaya a ir también altruistamente a otra casa: la mansión de Zuckerberg.