Samuel: "Voy a hablar de cine pero, en realidad, voy a hablar de la vida. Es una costumbre como otra cualquiera: en la sala oscura encuentro explicaciones que me esquivan a la luz del día. A veces dejas pasar películas de largo sin saber muy bien por qué. La mayor parte de las ocasiones no te arrepientes pero en algunos casos sí, más que nada porque te perdiste la ocasión de verla en pantalla grande, que es como se debe ver el buen cine. Es lo que me ocurrió con 'Open range' la tercera película como director de Kevin Costner. 'Bailando con los lobos' no me gustó y 'Mensajero del futuro' me horrorizó, pero cuando el otro día me hablaron bien de este western de maneras clásicas me animé a verlo y la sorpresa fue mayúscula. Sin ser una obra redonda (la historia de amor es muy forzada a mayor gloria del personaje habitual de Costner aunque lo arregle en parte la gran Annette Bening, y hay un final empalagoso impropio del género, además de un brote final de rebeldía entre los habitantes contra el malvado poco convincente) hay mucho que elogiar en ella, con un Robert Duvall alejado de histrionismos y un duelo final larguísimo y espléndido a la altura de los mejores del género. La relación entre el Jefe Duvall, que solo confiesa su nombre al final porque le parece ridículo, y el vaquero / pistolero está muy bien plasmada: respeto, admiración, confianza... Es una película sobre la confianza, sobre el valor, sobre el pasado que no se debe enterrar sino convivir con él, sobre silencios que se mascan, sobre chocolate negro que puede ser el último en disfrutarse, sobre la amistad y un incierto sentido del heroísmo: 'No se huye de los cobardes', dice Duvall antes de ponerse a pegar tiros. Como en 'Grupo salvaje' al final se afronta el peligro porque no se puede hacer otra cosa, aunque te cueste la vida: los malos han matado, han herido, han aterrorizado, y hay que pararles los pies. No se huye de los cobardes: ¿hay mayor cobardía que la de quienes imponen la ley del más fuerte? Pues eso es lo que he hecho toda mi vida. Huir. Y lo que me queda".
