Opinión

PEDRO DE SILVA

Estado del bienestar

El pequeño Trepador Azul, de largo pico y bellos tonos gris-azulado y ante, subía y bajaba por el tronco del roble, cerca de la mesa del área recreativa donde los humanos comían un bocadillo de tortilla. Cuando concluyó su exhibición hizo un sonoro tuuui y se les quedó mirando, a la espera de recompensa. El humano varón temía asustarlo con el gesto de lanzarle un trocito de pan, pero al hacerlo el Trepador Azul se lanzó a por el premio como si cobrara en ventanilla. Al poco el pajarito regresó acompañado de un/a congénere, para repetir la suerte. Antes de marchar de allí, la humano hembra puso un minúsculo trozo de tortilla sobre un minúsculo trozo de pan, que dejó sobre la mesa. Aunque del roble colgaba una caja-nido, con la inscripción "campaña de protección de los pájaros insectívoros", estaba claro que estos habían dejado la dieta de insectos y optado por la del Estado-providencia.

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